Ojeándo algunos ejemplares de la revista Hora de España, de la cual nos habló María Piñeiro en esta entrada, he encontrado un poema muy adecuado para hoy.
Se trata del poema “1º de mayo en la España leal de 1938”, de Rafael Alberti, que apareció en el número XXII de la revista, dirigido por Rafael Alberti, María Zambrano, José María Quiroga Plá y Emilio Prados.
Me parece conmovedor que, a comienzos de 1938, tras la desastrosa derrota en la Batalla de Teruel y con la zona republicana dividida en dos, en vez de caer en la desesperanza, estos intelectuales siguiesen fieles a sus convicciones y no tuviesen miedo de seguir publicando en contra de los sublevados.
Este poema es toda una arenga a combatir al enemigo. Poesía social y de lucha que pide al campesino que empuñe el fusil para poder recuperar la paz que se le ha quitado. Es una composición muy exaltada, como muchos de los poemas de Alberti. El estribillo y la apelación directa al lector -u oyente, porque sus poemas eran leídos a los milicianos en el campo de batalla- hace que te conmuevas y te sientas comprometido con la causa.
Una vez más, vemos cómo la palabra se convierte en un arma combativa. Una pena que esa “primavera guerrrara de los trabajadores” nunca llegase a ser “primavera del triunfo de los trabajadores”.
BIBLIOGRAFÍA:
Hora de España, nºXXII (octubre de 1938), pág. 17-18. Consultado a través de la Hemeroteca Digital. Disponible en línea en:
http://hemerotecadigital.bne.es/issue.vm?id=0004523596&search=&lang=es (fecha de consulta: 01/05/2017)
Gracias, Rebeca.
ResponderEliminarMás allá de cuál sea el mensaje, seremos hombres (persona) mientras creamos en la palabra. Ojalá que nunca hablaran los fusiles porque todos empúñasemos las armas, las banderas, de la palabra. Una palabra cargada del deseo de entendernos, incluso aunque no nos pusiéramos (pongamos) de acuerdo.