lunes, 15 de mayo de 2017

La novela en la década de los sesenta

Tras la década de los cincuenta donde hemos visto el desarrollo del neorrealismo y la novela social, en los años sesenta el realismo social empieza a decaer ya que los lectores se cansan de la repetición de los mismos temas por todos los autores. El desinterés por la forma y el estilo de obra de las décadas de los cuarenta y los cincuenta donde, lo más importante era lo que se transmitía y no cómo se transmitía, empieza a desaparecer en los sesenta y los autores empiezan a preocuparse por el lenguaje, el estilo, la forma y la estructura de sus creaciones, llevando a cabo una renovación estilística importante. Así pues, durante estos años tiene lugar el desarrollo de la literatura experimental.

Los autores de la década de los sesenta se ven influenciados por otros autores extranjeros de narrativa como Faulkner, James Joyce o F. Kafka, que llevaron a cabo importantes renovaciones formales dentro de la novela, y que los autores españoles captaron como marca de modernidad. Destacamos autores como Luis Martín Santos, Juan Marsé o Juan Goytisolo, pero, además Camilo José Cela y Miguel Delibes también escribirán en la década de los sesenta, pese a tener ya grandes creaciones durante la década anterior, como en el caso de Camilo José Cela que escribió en la década de los cuarenta La familia de Pascual Duarte y en la década de los cincuenta La colmena, que fue considerada la primera novela del realismo social.

Esta transformación que se llevó a cabo de la novela respecto a las obras que se habían publicado hasta el momento, en el que se deja al lado ese realismo social para darle una mayor importancia a la forma, se explica por varias razones; como ya hemos dicho, los lectores empezaron a ver repetitivos y monótonos los temas de los escritores de la generación de los cincuenta: se cansan de que todas las obras se basen en la denuncia y en la crítica al sistema. Además, los escritores también se cansan del tratamiento de dichos temas, ya que no habían conseguido esa revolución y ese cambio de actitud por parte de la sociedad. Pero, este cambio en la literatura, especialmente en la novela que es lo que estamos tratando en este análisis, se debió también a causas políticas e históricas, ya que durante la década de 1960 España empieza a tener más relaciones con el resto de Europa, lo que permite la llegada de información del resto de países y con ello, la influencia de otros autores extranjeros.
Además, durante estos años fue muy importante también el desarrollo de la novela del boom hispanoamericana, donde destacamos a autores como por ejemplo, Mario Vargas Llosa y Cortázar, que fueron muy importantes y obtuvieron reconocimiento a nivel mundial.

El autor Luis Martín Santos es considerado el iniciador de esta nueva novela, tras publicar en 1962 Tiempo de silencio. Esta novela, aunque todavía presenta una temática realista como las obras de la década de los cincuenta del realismo social, introduce una nueva técnica narrativa que rompe con las novelas publicadas hasta ahora. Temáticamente nos encontramos con una novela al más puro estilo realista de la década de los cincuenta con una crítica de la sociedad del momento y protagonizada por personajes frustrados por la época en la que les ha tocado vivir. Pero, en cuanto al estilo y a la forma, Martín Santos introduce una nueva forma de narrar que será la base de la literatura experimental que se desarrollará: la forma de narrar cambiará respecto a la novela social; la tercera persona seguirá presente, pero ganan fuerza las narraciones en segunda persona dándole importancia así al “tú”. Además, los monólogos van a ser muy importantes en estas creaciones, que se mezclarán con los diálogos, muy importantes ya en los cincuenta.
La estructura de estas obras no será tan lineal como hasta ahora; la narración cronológica desaparece y el autor va narrando tal y como quiere, sin tener en cuenta qué sucede primero y qué después.
En estas nuevas obras, el contenido pierde importancia en sí mismo, los argumentos serán simples y sin demasiada acción, dándole más importancia así a la forma de narrar que a lo que se narra. Los personajes no están muy desarrollados, son personajes bastante lineales.
En cuanto al lenguaje, destaca el empleo de muchas figuras retóricas como las metáforas, así como una mezcla de sintaxis intercalando oraciones largas con cortas, que dificultan la lectura por parte de lector. El léxico a veces también es rebuscado, con palabras muy cultas o difíciles de comprender. Lo más destacado del lenguaje es la mezcla de estilos: unas veces puede utilizar un lenguaje muy coloquial y después un lenguaje más rebuscado con un léxico complicado.

Para finalizar este breve análisis sobre la década de los sesenta a través del cual hemos podido ver ese cambio formal respecto a la literatura anterior, son destacables las novelas de los autores más importantes de dicho movimiento como son Antonio F. Molina con El león recién salido de la peluquería, Juan Goytisolo con una trilogía sobre la destrucción del país, y las obras de los grandes autores de la literatura de posguerra como son Miguel Delibes con obras como Cinco horas con Mario o Camilo José Cela  con novelas como Oficio de tinieblas.

BIBLIOGRAFÍA
-       López Asenjo, Mario (10 de febrero de 2013). Novela de los años 60: la experimentación. [mensaje en un blog]. Masterlengua. Recuperado de: http://masterlengua.com/novela-de-los-anos-60-la-experimentacion/

-       Rodríguez Cacho, Lina. Manual de Historia de la Literatura española. Dirigida por Pablo Jauralde. Edición Castilla, Madrid, 2009.

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