miércoles, 17 de mayo de 2017

MERCEDES FORMICA, MERCEDES SALISACHS Y ELENA SORIANO


Novelas escritas por mujeres (1945-1965) 


Continuando con la presentación de las escritoras que forman parte de mi estudio.
Reanudamos esta nueva entrada  al blogger con las siguientes escritoras

         «  MERCEDES FORMICA, MERCEDES SALISACHS Y ELENA SORIANO»


MERCEDES FORMICA 

Nació en Cádiz, el 9 de agosto de 1913, proveniente de un a familia de posición acomodada, era la segunda de seis hermanos, vivió en su ciudad natal hasta los once años. Dotada de una gran belleza  y elegancia. Se matricula en Derecho, Filosofía y Letra en la Universidad de Sevilla .
El 22 de abril del 2002, muere en Málaga.

La carrera literaria de Mercedes Formica es la más contradictoria de las  escritoras estudiadas en este trabajo. Por un lado, Formica, perteneció a la Falange en los primeros años de su organización siendo una gran defensora de los principios de José Antonio, Primo de Rivera sin embargo, después de recibir la Licenciatura en Derecho en 1948, se dedicó a realizar una campaña en favor de los derechos de la mujer. 

Durante ocho años, Formica luchó por cambiar la desfavorable situación de la mujer española frente al derecho privado,  hasta que en 1958, logró la reforma de 66 artículos del Código Civil, la mayor llevada a cabo  en este cuerpo legal en esa época.

A parte de la contradicción implícita entre Falangismo evidente en sus novelas, sobre la guerra civil: Montse de Sancha, 1950 y La ciudad perdida, 1954. Formica ha demostrado una capacidad extraordinarias para la investigación histórica con sus libros: La hija de don Juan de Austria 1971 y María de Mendoza, 1979. Solución a un enigma amoroso. Obras en las que se puede observar su interés por la situación de los judíos españoles que ella ha desarrollado plenamente en su última novela, Collar de Ambar, 1989. 

Quizás la síntesis de la creación literaria de Formica se encuentre en sus memorias, Pequeña historia de ayer de las que tiene publicado dos volúmenes: Visto y vivido (1931-1937), (1982) y Escucho el silencio 1984, puesto que en éstas se unen sus conocimientos históricos, con sus preocupaciones personales. Por otra parte, su atracción al género autobiográfico  ha sido una constante en su obra, no sólo en sus memorias sino desde su primera obra publicada, la novela corta “Bodoque”, hasta la poética evocación de su niñez en La infancia,1987.

 La más prolífica de las escritoras consideradas. Mercedes Formica es, sorprendentemente, la menos conocida en España, con la excepción del caso marginado de María Dolores Boixados, no incluida en mi lista de novelista.

Como podemos observar, Mercedes Formica, fue una escritoras muy  prolífica que otras, lo que me lleva a considerar solamente como estudio dos de sus obras más destacable: Monte de Sancha,  y La ciudad perdida .

Monte de Sancha 

Sería un ejemplo  de autor «testigo». Algunos de los que participaron en la guerra han escrito novelas en las que, sin presentarse ellos mismos como protagonistas, lo hacen como testigo, de un hecho que llega al lector a través,  de unos personajes que el autor crea, o recoge de la realidad, haciendo que su anécdota en un medio de transmisión de su testimonio.

 Sabemos, porque es parte de su mencionado libro de memorias, que la autora presenció en Málaga los incendios del comienzo de la guerra  y los saqueos de las viviendas de la alta burguesía que forman la base de esta novela. Monte de Sancha es una parte de Caleta, el barrio aristocrático malagueño donde vivían las familias de procedencia extranjera que tuvieron en sus días unas fortunas considerables, y que al comienzo de la guerra, venidas a menos, conservaban sus casas señoriales y se dedicaban todavía a una frívola vida social.

 Margarita Bradley, la protagonista, representa a la perfección, los ideales de sus clase. Educada en el extranjero, vive al margen de la situación política, aislada en el falso paraíso, que es la Caleta. Cuando  empiezan los primeros incidentes revolucionarios que preceden el estallido de la guerra civil: los jóvenes toman conciencia política de la situación y cada uno se ve involucrado con los de su clase social: Margarita esconde a un falangista en su casa y Miguel se une al frente de milicianos porque como él dice: «sentir indiferencia por lo que te rodea, por lo que ha sido señalado como tuyo, es la peor vileza que se puede cometer » .(Pág. 151). Pero si el amor entre ellos hubiera sido difícil  en tiempo de paz. Lo es más todavía a causa de las divisiones políticas que les separan. El desenlace final, sin embargo, tiene que ver con sus diferencias sociales que con la ideología, ya que Victoria, una joven de clase baja se siente rechazada por su hombre se venga delatando a Margarita.

Las novelas de Mercedes Formica no pueden ser considerada como las típicas de los vencedores que exaltan el nuevo régimen, en otras palabras no es una versión de la guerra civil. El contenido político de Monte Sancha, es una parte importante de la novela, pero no defiende ningún partido en concreto.
El narrador, a través del caballero que quiere alquilar la casa de los Bradleys, ve que “edificios calcinados por el fuego surgirán aun lado y a otro de las aceras, sustentando sobre sus ruinas los carteles de la propaganda". Material derribado, cuidadosamente recogidos, guardaba en sus entrañas cristales rotos, mármoles quebrados, y la carroña de algún muerto. Y más adelante añade: «En esta zona no se advertía la revolución y el caballero imaginó su furia como un maremoto detenido al borde mismo de la montaña ».

Ademas queda implícita la denuncia de los asesinatos de los falangista que se estaba cometiendo en otras ciudades de España, pero sin denominaciones de vencedores o vencidos: Con el miedo clavado en el alma, las familias malagueñas aguardaban los acontecimientos, esperando que la lucha se decidiera en favor del bando donde sus hombres combatían (pág .113).
Esta novela, la primera de la posguerra española, que considera a la guerra civil tomando en cuenta los motivos de ambos lados y no solamente otro caso del “triunfalismo apologético” (pág. 103).  El valor de Monte de Sancha, se debe buscar en relación a su ideología fascista o no, sino en lo que tiene de testimonio histórico visto y vivido por una mujer comprometida políticamente.

La ciudad perdida

Todavía menos evidente cualquier ideología fascista. El tiempo de la novela, tampoco es el de la guerra civil, sino doce años después cuando unos excombatientes se infiltran en España con fines terroristas. Solamente por el título se puede deducir que el punto de vista de la narración, no es, el del vencedor; el protagonista Rafa, el único sobreviviente de la redada que les preparó la policía a las afueras de Madrid, la ciudad que perdió la guerra.

A pesar de que Montse Sancha fuera presentada para el Premio Nadal  y quedará finalista en la Ciudad de Barcelona, los críticos están de acuerdo en que La ciudad perdida demuestra un avance técnico considerable en la creación literaria de Formica.

La  novela fue llevada a la pantalla y más adelante fue convertida en una obra de teatro en una versión de Luis Escobar con el título Un hombre y una mujer. El argumento, pues de La ciudad perdida no puede ser más sencillo: el guerrillero sabiéndose acosado por la policía secuestra a una mujer con intención de poseerla. En las pocas horas de deambulación en la noche madrileña, la víctima y el verdugo demuestran una complejidad psicológica, que va más allá de los respectivos papeles asignados, llegando a su mutua comprensión.

 Al lector contemporáneo le llama la atención la modernidad de esta novela, después de casi cuarenta años; no sólo por su obvio impacto visual ni por la contemporaneidad del tema del terrorismo y los rehenes, sino por los elementos de intriga reminiscentes, de la novela negra actual. Los capítulos finales en la comisaría y el depósito de cadáveres, desde la inconsciente delatación hasta la captura, son un modelo de suspense bien mantenidos .

Conviene destacar en esta novela las primeras impresiones de Madrid reconstruida después de la guerra, notese el contraste con la Málaga, en la novela anterior que encuentra Rafa después de doce años de exilio.

El fugitivo se emociona al llegar a Madrid pero la considera una ciudad enemiga, en parte porque se siente acosado y también por su derrota durante la guerra: en realidad era un soldado que pisaba campo enemigo y avanzaba con cautela, como debe hacerlo un guerrero. Le sorprendía que no le señalasen, que no corriesen tras el, para vitorearle o matarle. La guerra evidentemente le ha marcado para siempre.

También María, la mujer secuestrada por Rafa, ha sufrido las consecuencia de la guerra civil. Su esposo, un piloto de las fuerzas nacionales murió en la batalla del Ebro. A pesar de su posición social privilegiada (similar a la de Margarita Bradley) siente que la guerra continua dentro de nosotros. No podemos apartarnos de ella

A través de toda la novela se percibe los efectos de la guerra como algo definitivamente conflictivo y se cuestiona sus medios, pero en ningún momento hay contenidos apologético del franquismo, ni la defensa de ningún partido.

MERCEDES SALISACHS 

Mercedes Salisachs nació el 18 de septiembre de 1916 en Barcelona, en el seno de una familia acomodada. Fue educada en un colegio de monja  y posteriormente acudió a una escuela de comercio. Se graduó en peritaje mercantil, siendo de las pocas mujeres de su época que curso una carrera universitaria. Contrajo matrimonio en 1935 y por esa época, empieza a colaborar en revistas y diarios. 

Entre las novelistas contemporánea, el caso de Mercedes Salisachs, es una paradoja. Fuera de los círculos académicos, tanto en España como en otros países, es una autora bastante conocida. Su novela Una mujer llega al pueblo, Premio Ciudad de Barcelona de 1956, ha sido traducida a siete lenguas.

Cinco de sus novelas han salido en ediciones francesas. Quedando finalista en el Premio Planeta de 1956 con Carretera intermedia y en el de 1973 con Adagio confidencial, en 1975, ganó el Planeta con La Gangrena. Sin duda alguna, Salisachs ha tenido un éxito comercial durante los veinte años de su carrera literaria, pero ha pasado casi inadvertida por la crítica. En varios estudios de la novela de la posguerra, su nombre ni siquiera figura en la lista de autores mencionados hasta el presente, el único ensayo de crítica dedicado a su obra es el de Juan Luis Arborg en el segundo tomo de  Hora Actual de la novela española (1) .

La corriente dominante de su obra es la representada por el grupo de novelas de ambiente cosmopolito o internacional, novelas realista, pero escritas con técnicas narrativas variadas. Estas seis obras que cito a continuación pueden dividirse en dos grupos: tres novelas extensas, que pretenden presentarnos todo un fondo sociológico de España especialmente el de Barcelona en los años anteriores y posteriores a la guerra civil: «Primera mañana última mañana, La estación de las hojas amarillas y La gangrena» y otras tres que se limitan más a la historias de ciertos individuos. Fundamental para la narración en todas las novelas de este grupo, sin embargo, es el amor, o mejor dicho, el amor fracasado. «Adagio confidencial, Carretera intermedia, Mas allá de los raíle »

 El mundo que quiere presentarnos Salisachs es el de una sociedad perdida en el que el materialismo ha destruido la moralidad, el matrimonio es una careta hipócrita que oculta el aburrimiento y el adulterio. Es un mundo de separación legal, hijos legítimos, alcoholismo, drogas y lesbiana, donde la locura y el suicidio son los escapes obvio, y por lo general las pocas personas buenas se siente aislada de la sociedad que les rodea

Primera mañana última mañana

Escrita con una estructura de capítulos alternados, desarrolla simultáneamente el pasado y el presente de Rómulo Doquimasia, en los capítulos pares, Rómulo cuenta en primera persona y en orden cronológico, la historia de su vida, trazando a la vez la historia española.  En los capítulos impares, Rómulo habla de su arte y su filosofía, ha desarrollado un concepto de infra-hombre, en una serie de diálogos con varias personas, y nos indica que su mujer lo considera loco no sólo por sus ideas raras sino también porque quiere separase de ella. En el último capítulo Rómulo termina su autobiografía, al morir asesinado por su suegra.
   
Carretera intermedia

Es una novela de tema mucho más limitado que Primera mañana última mañana, también es notable por su estructura y el empleo del punto de vista. Es una novela de perspectivas múltiples. La obra está dividida en extracto que lleva por títulos las letras A, B, y C,etc.  En estos extractos, menos en el último, hay varias secciones, cada una desde la perspectiva de distintos personajes: Bibiana, el doctor Teran, Charles Faint y Odette. La narración está en tercera persona, pero escrita más bien desde dentro del personaje en el estilo faulkneriano.

Efectivamente tanto la narración indirecta como la estructura misma de esta novela podían relacionarse con la técnica de novelista norteamericana, o también con Algo pasa en la calle 1954, de Elena Quiroga, obra claramente innovadora para la época en España. Uno de los personajes está muerto al principio de la acción, y la novela consiste en las reacciones de su primera mujer, su segunda mujer, la hija de su primer matrimonio, el marido de ella, y el hijo del segundo matrimonio. La acción termina con la muerte accidental del doctor Teran. Tenemos la reacción ante esa muerte de su mujer Odette; del joven amante de ella, Charles y de Bibiana, la mujer a quien acaba de conocer y enamorase Teran. Pero el énfasis de la novela es anterior al accidente y por eso hay menos de las escenas retrospectivas que predominan en la de Elena Quiroga. 

Esta novela tiene cierto modelo melodramático que evitó Quiroga, En algo pasa en la calle. Aun así las dos novelas tienen mucho en común en su desarrollo simultaneo de las perspectivas de los varios protagonista.

En lo que respecta a La estación de las hojas amarillas,escrita en primera persona, en forma de memoria o confesión, dirigida generalmente, a algún amigo. La última aventura y La gangrena. Aunque mantienen cierto influir con el tiempo, en La estación de las hojas amarillas, en La gangrena, ha desaparecido esta técnica casi del todo y con la excepción de una vuelta al presente al principio de cada capitulo, es relato cronológico de la vida de Carlos Hondero. Del resto de las obras la más interesante desde un punto de vista estructural es Adagio confidencial por su uso de una narración en tercera persona, con cierto fluir del tiempo y fluir de la conciencia.

Mas allá de los raíles 

Novela publicad después de Una mujer llega al pueblo, pero compuesta antes que esta, continua con la técnica faulkneriana, aunque lo sobresaliente de la obra es su desarrollo, de un nivel de fantasía o irrealidad, también es de interés el fluir de la conciencia del protagonista, presentado indirectamente en tercera persona, dándole a la novela un empleo bastante original de dos puntos de vista

En el fondo de las novelas de Salisachs encontramos una visión implacable de la España de la posguerra. Sea lo que sea la escriturara de sus novelas, la crítica es constante.Muy claramente Mercedes, quiere ser novelista de su época, mostrándonos los efectos de la guerra y los cambios que se ven tanto en la vida social como comercial. Tiende sobre todo a satirizar  a los nobles llegados  a menos y a los nuevos ricos. No presenta el mundo de los comerciantes, artista, médicos y los ociosos. Lo que más destaca en sus novelas es el tema amoroso, con la desintegración del matrimonio.


ELENA SORIANO


Elena Soriano, Jara.  Nació el 4 de febrero de 1917 en Fuentidueña de Tajo Madrid. Sus padres eran andaluces y pasó, junto a su familia, la niñez y primera adolescencia, entre Andalucía y Castilla. A los 14 años ya consiguió publicar en los periódicos y revistas de Barcelona y de Córdoba.
En Madrid, se matriculó en Magisterio y acabó la carrera en 1953. Ese mismo año empezó los estudios de Filosofía y Letra, donde obtuvo el premio Extraordinario de Ingreso, pero la guerra lo interrumpió. Contrajo matrimonio con Juan José Arnedo Sanchez , dedicándose  forzosamente a la vida familiar.
    
La situación de Elena Soriano es de particular interés en relación a la condición represiva de la época franquista, puesto que ella, más que ninguna otra novelista de las que estudiamos aquí, sufrió los efectos de una censura tajante, y en gran parte arbitraria, que truncó su carrera literaria silenciándola como novelista.

La prohibición en 1955 de La playa de los locos, primera novela de su trilogía Mujer y hombre.
A pesar de esto, su labor de escritora se siguió manifestando a través de ensayos que publicó en revistas como «Indice» sobre figuras literarias: Jean Anouih, André Gide y Jean paul Sartre, entre otros. Pero sobre todo se dedicó a la redacción de la revista literaria «El Urogallo» que editó desde 1969 a 1976 donde publicó una serie de artículos titulados «Defensa de la literatura». Apuntes para ensayo interminable, que acaba de reeditar en un libro. 

Esta situación marginada de la carrera literaria de Elena Soriano se debe sin duda alguna al fenómeno de alienación que los intelectuales opuesto al régimen de Franco experimentaron durante los años de la posguerra.

El exilio interior se diferencia del exilio de los que tuvieron que salir de la península después de 1939 en que no comparte la escisión geográfica, aunque tiene en común el descontento con la cultura oficial, el miedo de persecución o represalias, y en general, el estado de frustración y vacío causado por la ruptura o la separación, si no espacial, emocional. La misma Elena Soriano, con su típico conocimiento de los términos teóricos, en una breve biografía, que ella ha preparado, afirma con respecto a su ya mencionada situación con la censura: quedando así la trilogía lamentablemente mutilada y su autora condenada al ostracismo, como otros escritores del exilio interior.

El nombre de Elena Soriano quedó así en parte relegado, hasta que en 1985 publicó Testimonio materno que obtuvo un éxito editorial extraordinario y la animó a reeditar, después de más de treinta años, su malograda trilogía que salió por primera vez conjuntamente en noviembre de 1986. Recientemente ha publicado una colección de cuentos, La vida pequeña, 1989, donde ha recogido algunas narraciones que escribió en los años cincuenta y otras escritas ahora para este libro.

Caza menor

La primera novela de Elena Soriano, Caza menor, 1951, tuvo considerable aceptación crítica. María Alfaro la consideró una de las mejores que han escrito durante estos últimos años en lengua castellana. Eugenio García de Nora la denomina “una primera novela excepcional"  y Juan Luis Arborg alaba la gracia de sus descripciones y la caliente pintura del paisaje, aunque le censure la herencia decimonónica. Es evidente  sin duda la gran influencia de la gran novela realista europea . Inclusive como menciona Janet Pérez , se puede notar el parecido con Emilia Pardo Bazán en Los Pasos de Ullo, por el retrato de la decadencia de una familia.

La familia en cuestión está compuesta por el padre que lleva un negocio maderero con sus tres hijos sin ninguna aportación de la madre que es más bien como una niña indolente. Su ruina comienza cuando fallece el padre y los hijos continúan con la empresa familiar, sin verdadero entusiasmo ni unión entre ellos. Una causa de su discordia es la presencia de Ana, la joven esposa de Emilio que atrae la atención de Andrés, el cazador empedernido y de Pascual el frustrado ex-seminarista. Nuestro interés se centra, precisamente en la dinámica de esta relación y en la complejidad del carácter de Ana que no ha sido apreciado por la crítica. Pese las diferencia estilísticas y argumentales que existen entre esta primera novela y la consiguiente trilogía, también es evidente aquí una confrontación entre los personajes femeninos y los masculinos. 

La trilogía Mujer y hombre

Es de interés histórico y literario el revalorar estas tres novelas, que forman una unidad temática aunque no argumental, en el momento presente puesto que no tuvieron una justa oportunidad en su día. Como indica su título, la trilogía Mujer y hombre se centra en las relaciones entre personas de ambos sexos, y al anteponer el nombre femenino frente al orden convencional de “hombre y mujer” se sugiere ya una intención feminista. 

La protagonista de  La playa de los locos, es una mujer de casi cuarenta años que vuelve al lugar de su primer y único amor después de veinte años. Todo el libro es una carta que ella le escribe a él su destinatario en términos semiótico “Querido mio”; sus nombre no le son descubierto al lector que los identifica simplemente como tu y yo. La carta tiene una fusión de monólogo interior (nótese la mayor introspección en este personaje femenino comparándole con Ana de Caza menor) y le sirve de catarsis a la protagonista, puesto que conforme la escribe se va percatando de la realidad, y al concluir decide tirar la carta al mar convencida, finalmente, de su futilidad.

Toda la narración es un contraste entre el pasado y el presente: entre el antes de sus recursos y el ahora y aquí de su nuevo viaje. Cuando llegó de joven a esta playa de veraneo, ella acaba de recibir una cátedra de instituto y era una mujer vital, atractiva y sobre todo, estaba segura de si misma. El era más joven, estudiante de medicina y sin demasiada experiencia o eso creyó ella al conocerle. De hecho, él estaba íntimamente relacionado con las acusas políticas y se une a  los republicanos cuando estalla la guerra civil, abandonándola sin despedirse.

Espejismo 

La segunda novela de la trilogía, donde Elena Soriano sugiere ya por el simbolismo del título las falsas premisas que existen en las relaciones entre mujeres y hombres. También Adela, la protagonista de esta obra, como la de la anterior, sufre una crisis existencial al enfrentarse con una inminente operación quirúrgica expresada elocuentemente en una serie de monólogos interior (pág 103,115). Igualmente ella se mira al espejo y se imagina a las demás mujeres más jóvenes y hermosas como rivales: se que existen, que se cruzan día a día con él ,que le llaman, le atraen. Le arrastran, le quieren apartar de mi definitivamente, sin remisión (Pág. 113). Pero la diferencia básica entre ésta y la primera protagonista es que Adela es una mujer casada y sus reflexiones de tipo existencial, se centran sobre las desigualdades en el matrimonio. 

Medea

Tercera novela de la trilogía se pone de manifiesto evidentemente la confrontación en la lucha por el poder. Su estructura dramática diferente de las dos primeras novelas, que ponen de relieve la incomunicación sirve para definir a los contrincante enfrentándolos en los tres diálogos  que constituyen la novela. La polémica, a la vez, cobra un carácter universal al salir del ambiente español de la posguerra emplazando la novela en Latino américa y por la referencia clásica del título.

Daniela valle es la Medea contemporánea, una actriz, que está dispuesta a sacrificarlo todo por el amor de su esposo Miguel, el moderno Jason, la repudia a pesar de que ha llegado a su alta posición política con su ayuda, por una jovencita inocente que le será más útil como esposa. En esta novela Daniela se muestra como una mujer devoradora a quien no le importa venderse para conseguir sus fines. Daniela es el tipo de mujer que no renuncia aten su propia personalidad, que actúa según su iniciativa, que tiene una historia que contar. En resumen una mujer que rechaza el papel sumiso que el machismo le ha asignado. Su pasión contrasta con el carácter frío y calculador de Miguel: un hombre Misogino, incapaz de amor, que considera a la mujer como un ser inferior.

Testimonio materno.

Ya se ha mencionado la frustración que Soriano experimento al ser prohibida la publicación de la trilogía Mujer y hombre en su totalidad. Su carrera literaria quedo truncada por treinta años, pese a la dirección de Urogallo permaneciendo relativamente marginada como novelista. Fue grande la sorpresa, pues, cuando apareció Testimonios maternos. Este libro tuvo inmediatamente un gran impacto editorial, entre diciembre de 1985, fecha de su primera edición y junio de 1986, se hicieron nada menos que cinco ediciones y en el presente está en su séptima edición y se ha publicado una edición de bolsillo.

En la España de la posguerra son raras las memorias y biografías, lo cual es típico durante un período de represión cuando los autores no tienen la libertad de expresarse cándidamente . Hubo que esperar a la época de la democracia para que se pusiera en boga este género. Valga menciona a Juan Goytisolo con su escandaloso Coto vedado, por ejemplo, o más recientemente a Carlos Barral con su ciclo autobiográfico. Las mujeres escritoras todavía se  habían mantenido más en silencio, salvo algún caso aparte, como el de Lola Salvador Maldonado con su trilogía  de carácter autobiográfico. El olvidar de Antorcha.

En Testimonio materno Elena Soriano, es pertinente comentar sobre la identidad de la escritora como madre en este proceso de concienciación que es el libro. Pues , en diversas ocasiones ella había mantenido la intensa frustración causada por los deberes maternos. Dice en una entrevista con Antonio Nuñez, « que he sacrificado a mi condición de madre muchos aspecto de mi persona». Y más adelante admite: como internamente mi maternidad me producía un malestar casi indefinible, me esforcé siempre por superarlo y comportarme como una madre según el modelo socialmente vigente». Tenía razón en sospechar que el papel de madre interfiere con el de escritora.

Soriano admite que la maternidad es, y fue para ella una institución natural y que debido en parte, a su deber de esposa y por el anhelo patriarcal de su esposo de tener un hijo varón, se sintió satisfecha cuando nació Juan José en 1952, nueve años después de su primera hija. Sin embargo la crianza de su hijo coincidió con los primeros años de su carrera literaria y afirma: al mismo tiempo que  aumentó el sentimiento de alienación, frustración que ya me había infundido la ruptura de mi trayectoria profesional a consecuencia de la guerra civil. De modo que la maternidad causó en ella, nos dice dos sentimientos ingratos: inquietud por mi tremenda responsabilidad y sensación de esclavitud a la especie, con sacrificio de mi persona como individuo.


Después del éxito  de Testimonio materno, Elena Soriano ha vuelto ha reanudar su carrera literaria publicando la colección de cuento La vida pequeña y, como prometió, ha terminado sus ensayos titulados Defensa de la literatura que había comenzado treinta años antes en el Urogallo.

La vida pequeña. Cuentos de antes y ahora

Esta colección de cuentos recoge once narraciones de diferentes estilos y temática. Estructurada en orden cronológico abarca exactamente cuarenta años de la creación de Elena Soriano, desde El perfume de 1949 a El vídeo perfecto de 1989, y, aunque no incluya todos los cuentos escritos por la autora, constituye una selección representativa. Los cuentos de Elena Soriano merecen ser estudiados, no sólo por su valor intrínseco, sino porque no han sido examinados anteriormente.  

Bibliografía

REDONDO GOICOCHEA, ALICIA, Relatos de Novelistas española, Editorial: Castalia,1993

W. PÉREZ,  JANET, Novelista femeninas de la posguerra , Editorial: Madrid, 1983.  
  




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