jueves, 4 de mayo de 2017

LA ESPAÑA DE LOS 50

Siguiendo con el orden cronológico de la novela social, debemos contextualizar la siguiente década, puesto que la sociedad, y lo que en ella ocurre, cambia con respecto a la anterior.

En los años 50, Europa, en general, y España, en particular, consiguen salir de la posguerra, tanto de la Segunda Guerra Mundial como de la Guerra Civil española. Así, España se abre y se suaviza el aislamiento internacional que había sufrido al acabar la Segunda Guerra Mundial. Con la apertura de España al resto del mundo, se termina el racionamiento y el mercado negro que había marcado la década anterior.

Es una época en la que también se produce la emigración del mundo rural al núcleo urbano, en busca de un trabajo seguro. Fueron tantos los que se desplazaron a las capitales, que la industria no producía tantos empleos. Como consecuencia, <<las ciudades se ven sitiadas por un cinturón de miseria en el que los inmigrados viven en condiciones infrahumanas>>[1]. Al contrario de estos proletarios que viven en la necesidad, la burguesía y la clase media vuelven a recuperar la comodidad económica que había tenido antes de la guerra.

Con el paso de los años, se produce el distanciamiento crítico con respecto a la guerra y comienzan a darse movimientos que hacen referencia a la actualidad del momento. Escritos que hacen referencia a este distanciamiento se editan en revistas como La Hora (Madrid) o Revista (Barcelona). Además, también podemos apreciar esta nueva conciencia en obras como España como problema (1949) de Pedro Laín Entralgo o España sin problema (1949) de Rafael Calvo Serer, que lo escribe como respuesta al anterior.

La apertura de España hace que sea aceptada dentro de la FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations). Gracias a la entrada de España en esta organización, la represión dejó de ser tan agresiva como en años anteriores. Asimismo, el hecho de que la dictadura vuelva a ser aceptada las Naciones Unidas trae consigo una mayor libertad de opinión. Por ello, es un momento en el que se dan dos posturas con respecto a la política: la que se produce por parte de aquellos que han sido víctimas de la guerra y la adoptada por aquellos que se vieron beneficiados.

En el terreno de la literatura, todos estos hechos favorecen que los jóvenes literatos se aglutinen en diferentes grupos según sus posiciones ideológicas, sobre todo alrededor de dos ciudades: Madrid y Barcelona. También provoca la creación de propuestas, tanto formales como ideológicas.

Los escritores de estos años van a tener como puntos en común:

-         <<Concepción de la novela marcada por la idea sartriana del compromiso –moral o político, pero de intención crítica, en cualquier caso->>[2]
-         Influencia del neorrealismo italiano y la ‘generación maldita’ norteamericana

La narrativa del momento se va a dividir en dos tendencias, aunque es difícil separar una de otra:

-         Tendencia neorrealista à voluntad testimonial y humanitaria
-         Novela social à denuncia directa de lo que está aconteciendo


BIBLIOGRAFÍA
Soldevila Durante, I. (2001). Historia de la novela española (1936-2000). Volumen I. Madrid: Cátedra.

Rodríguez Cacho, L. (2009). Manual de historia de la literatura española. Madrid: Castalia.

Historia mundial. España durante el franquismo. Historia Mundial. https://sites.google.com/site/histmundialbach/espana-durante-el-franquismo [Acceso 4 Mayo 2017].




[1] Soldevila Durante, I. (2001). Historia de la novela española (1936-2000). Volumen I. Madrid: Cátedra, pág. 495.
[2]  Rodríguez Cacho, L. (2009). Manual de historia de la literatura española. Madrid: Castalia, pág. 423.

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