miércoles, 3 de mayo de 2017

Un poema cada día: Conchita Piquer (Manuel Vázquez Montalbán)





CONCHITA PIQUER

Algo ofendidas, humilladas
sobre todo, dejaban en el marco          
de sus ventanas las nuevas canciones
de Conchita Piquer: él llegó en un barco
de nombre extranjero, le encontré en el puerto
al anochecer[1]
   y al anochecer volvían
ellos, algo ofendidos, humillados
sobre todo, nada propensos a caricias
por otra parte ni insinuadas

          en el balcón
se consumían los días de aquel verano,
cercano  al trajín del barrio colector
del tráfico de camiones desvencijados,
topolinos[2] grises como de fieltro, el carro
verde del basurero, su corneta
un sobresalto
en alguien, demasiado próximas las dianas
en los campamentos, en las trincheras,

       pero hacia las nueve las emisoras
transmitían un «buenas noches» a la ciudad
filtradizo por los balcones mellados
   y luego
Glen Miller[3], recientemente fallecido en la guerra
mundial, llenaba de olor a mil novecientos cuarenta
y cinco con brisas de fox trot[4] o el lánguido; canta
el petirrojo en Diciembre[5]
    escépticos —en la calle
no crecían violetas en Diciembre —algo
cerraba sus voces habituales: cerró Ingraf
o la Sopena precisa obreros para editar
cartillas de abastos, o recaderos Roura
necesita mozos a horas libres, escasos los letrados
en el barrio el oficio de recadero era un sí
             es no
mítico, caballeros en su triciclo, los pulmones
padecen, decían ellas —no muy solícitas, es cierto—
como recordando cortesías remotas de aquel libro
Manual de Urbanidad[6], nostalgia de costumbres
mejores, pero reconocidas inservibles tácitamente

acababa Glenn Miller y Bonet de San Pedro
les cantaba los paisajes mallorquines[7], la voz
insinuante de la locutora un hotel:
langostas vivas, consomés insuperables, el mar
un alimento de yodo desde la miranda
                                                             acondicionada
de un hotel a la altura de los entonces derruidos
en Europa

o quizá Conchita Piquer otra vez:

del por qué de este por qué la gente quiere enterarse
o la triste canción de la muchacha asomada
a la ventana, mirando el río, ahogada en el río,
como una rosa, una rosa mu blanca[8]
     y de pronto
un gong llenaba la calle de futuro, silencio,
los rostros ponían el ceño predispuesto
             porque eran
las diez de la noche en el reloj de la Puerta
del Sol —Radio Nacional de España— Madrid

Eleonora Roosevelt[9] hacía de las suyas: colectas
con el fementido político, algunas noches pederasta,
fulano de tal, profeta de una próxima vuelta
de la normalidad

                             y en el frente
del Rhin, los panzers[10] retrocedían, oh, barras
y estrellas, una bandera en el cielo de una noche
tal vez de verano
        finalmente el himno, por Dios
por la patria y
        murieron nuestros padres, ellas
algo humilladas, ofendidas sobre todo,
maldecían las gachas quemadas, breves sopapos
en la coronilla del niño poco entregado
a las Lecciones de Cosas o a las Lecturas Graduadas
entre el padre Coloma[11], el Padre Balmes[12] y
el Padre Claret[13]                                                              

      después la cena, harina
de maíz y tocino espumoso de rosa gelatina,
ellos, algo humillados, ofendibles sobre todo
hablaban de un singular compañero de trabajo
míticos seres sin una pierna o llenos de vieja
metralla soportable
     habían muerto o pronto
ascenderían de escalafón en la Campaña
Pro Cama del Tuberculoso Pobre
    ellas
llenaban entonces hasta los bordes el plato                                                            
del hijo que soñaba imposibles enemigos desconchados
en la pared pintada por la madre
                                                               en primavera,
con un cubo de cal y polvos mágicos
                                                                         azules.

                                                           Vázquez Montalbán, Una educación sentimental





Conchita Piquer es un poema de Manuel Vázquez Montalbán (Barcelona, 1939- Bangkok, 2003) del poemario Una educación sentimental (1967) recogido en la antología de Castellet de Nueve novísimos españoles, dentro del grupo de “Los seniors”. Vázquez Montalbán estudió Filosofía y Letras y fue un conocido periodista y escritor de poemas, ensayos y narrativa.
Una educación sentimental es una de las primeras obras de la generación. La redactó entre 1962 y 1963, estando detenido por haberse manifestado a favor de una huelga de mineros asturianos. Sin embargo, no fue publicada hasta 1967 gracias a la ayuda del editor José Batlló y Pere Gimferrer que le ayudó económicamente.

Me gustaría añadir un fragmento de su poética, recogida por Castellet, para entender mejor el poema:
“Creo que la poesía, tal como está organizada la cultura, no sirve para nada. Sospecho que no sirve para nada en ninguna parte. […] Creo que escribir es un ejercicio gratuito que satisface las necesidades de unos 2.000 culturalizados progresistas. De esos 2.000 culturalizados hay 700 u 800 que no están de acuerdo con lo que uno escribe. Otros 500 le conocen a uno con mayor o menor aproximación y no están dispuestos a tomarle en serio. Los 700 restantes son críticos, vecino y ex compañeros de colegio. Hay que reservar una plaza especial para Gimferrer que se lo lee todo y otra parte para Castellet que se lo lee todo para luego hacer antologías. Las antologías que sí que se leen. Creo que a partir de ahora sólo escribiré antologías. “

Así de crítica es su poética y así de crítico fue él con la dictadura y la censura. A través de sus poemas, intentaba transmitir su opinión pero acompañada también de diferentes puntos de vista. De ideología de izquierdas, fue y sigue siendo un gran referente, tanto por su compromiso político como social e intelectual. Se ha estudiado mucho su novela policiaca, pero acerca de su poesía aún falta mucho por escribir. A continuación, voy a comentar Conchita Piquer que es uno de sus poemas más famosos.

El poema habla sobre la sociedad española de posguerra y la europea después de la Segunda Guerra Mundial. Mujeres y hombres quedaron destruidos y el poema se nos presenta también fragmentado. Por un lado, posee elementos evasivos como las canciones y, por otro, está lleno de léxico doloroso.

Está escrito en verso libre pues Vázquez Montalbán no suele utilizar formas tradicionales ni rima. No hay apenas puntuación y, cuando vemos dos puntos o comas, es para llamar la atención sobre lo que viene a continuación, o hacer hincapié en lo que está diciendo. Punto solo hay uno y está al final. En el resto del poema marca el ritmo con encabalgamientos y con un verso desplazado hacia la derecha; o dejando un espacio, marcando así una separación e introduciendo un tema distinto.

El poeta se sirve de la técnica del collage para llenarlo de intertextualidad. Los elementos que la conforman no están en cursiva sino que se encuentran al mismo nivel que el resto porque todos formaban parte de la misma época. A través del collage, no solo presenta la compleja realidad del momento sino que también sugiere otros significados. De este modo, como bien explica Manuel Rico en Memoria, deseo y compasión, al introducir en el poema a Bonet de San Pedro, Glenn Miller, la Sopena, anuncios de prensa y lemas publicitarios, estos se cargan de significado. Consiguiendo fundir géneros literarios y medios de masas en un mismo texto. Asimismo también está innovando con algunas palabras poco frecuentes en el español como filtradizo u ofendibles, dado que Vázquez Montalbán fue un gran neólogo.

El título del poemario, Una educación sentimental, hace referencia a L’éducation sentimental (1986) de Flaubert. Éste y el resto de elementos intertextuales nos explican que el poema habla sobre la educación de una generación, que se ve influenciada por la época anterior (la copla) y por elementos contemporáneos (el baile norteamericano). El autor dispone al mismo nivel la cultura “alta” y la subcultura reflejando el mestizaje cultural de la época e intercalando también conocimientos y sentimientos. 

Por otra parte, algunas imágenes o palabras como anochecer, se consumía, desvencijados, derruidos, murieron nos transportan a un sentimiento triste en un mundo que está destruido. Como testimonio de la época igualmente nos habla de la mujer encerrada en casa, asomada a la ventana o entre visillos, como lo hace Carmen Martín Gaite, o como explicó Rebeca en su entrada. Encontramos que las mujeres fueron silenciadas y debían resignarse ante la mala situación que les tocaba vivir en la posguerra. Esta alusión femenina y a la época se nos presenta desde el título. El poeta elige las coplas cantadas por Conchita Piquer, las cuales llegaban a las casas a través de la radio. De este modo, realza la importancia de las mujeres en la historia y les da visibilidad.


Hombre y mujer están ofendidos, humillados y derrotados, sufriendo y como dice José F. Colmeiro: “inmóviles”: ella en casa y el sin posibilidad de ascender en el trabajo, mientras que las canciones de Piquer vuelan “libres” hasta las casas. La radio era testigo del sufrimiento de la gente y servía de evasión con canciones melodramáticas y exóticas de marineros extranjeros y amores imposibles. El propio Vázquez Montalbán, en Crónica sentimental de España, explicaba que estas canciones eran una alternativa a la ideología oficial porque las cantaba el pueblo y no tenían nada que ver con la “superestructura moral” que se quería extender:
«Tatuaje [...] la cantaban con toda el alma aquellas mujeres de los años cuarenta. Aquellas pluriempleadas del hogar y de los turnos en trabajos fabriles afeminados. La cantaban para quien quisiera oírlas a través de sus ventanas de par en par. Era una canción de protesta no comercializada, su protesta contra la condición humana, contra su propia condición de Cármenes de España a la espera de maridos demasiados condenados por la Historia, contra una vida ordenada como una cola ante el colmado, cartilla de Abastos en mano y así uno y otro día, sin poder esperar marino que llegó en un barco»

Luego con este poema podemos ver la renovación de un gran poeta, el cual también está desgastado por la guerra, aunque no derrotado, e intenta expresar su opinión y la historia que le precede. Ésta está marcada, por elementos españoles pero también europeos y americanos, fruto de las nuevas comunicaciones. Este poema es un canto a la realidad histórica y en mi opinión una apertura hacia un nuevo tipo de lenguaje poético.

BIBLIOGRAFÍA:
  • CASTELLET, J.M. (2001): Nueve novísimos poetas españoles, Barcelona: Ediciones península.
  • GARCÍA GARCÍA, S. (2016): “Las canciones de Conchita Piquer y otras alusiones subculturales en la primera poesía de Manuel Vázquez Montalbán”, Cuadernos de Aleph, 8, 56-71.
  • REGÁS, R. (2004): “Homenaxe a Manuel Vázquez Montalbán”, Dez.eme: revista de historia e ciencias sociais de Fundación 10 de Marzo, 8, 70-73.
  • RICO, M. (2001): Memoria, deseo y compasión. Una aproximación a la poesía de Manuel Vázquez Montalbán. Barcelona: Mondadori.
  • RUBIO, F. y FALCÓ, J. L. (1981): Poesía española contemporánea: historia y antología (1939-1980), Madrid: Alhambra.
  • SÁNCHEZ GÓMEZ, F. (2005): “Manuel Vázquez Montalbán como neólogo”, Interlingüística , 16, 987-995.
  • SAVAL, J. (2013): “A modo de introducción”, MVM: Cuadernos de Estudios Manuel Vázquez Montalbán, 1, 1-2.
  • VÁZQUEZ MONTALBÁN, M. (2001): Una educación sentimental; Praga; edición de Manuel Rico. Madrid: Cátedra.
  • VÁZQUEZ MONTALBÁN, M. (2007): El compromiso con la memoria; edición de José F. Colmeiro. Woodbridge: Tamesis.  
  • VÁZQUEZ MONTALBÁN, M. (1986): Crónica sentimental de España, Madrid: Espasa Calpe.





[1] Letra de la copla Tatuaje, de León, Valerio y Quiroga, muy famosa en la posguerra.
[2] Coches pequeños y de forma redondeada, fabricados en Italia a mediados del s. XX.
[3] Músico norteamericano (Iowa 1904 – accidente aéreo: Londres-París 1944).
[4] Baile estadounidense nacido en la primera década del s. XX con las primeras orquestas de jazz. Significa «trote del zorro» y alude a las primitivas danzas negras que imitaban pasos de animales y en las que se inspiraron los primeros bailarines de este tipo de baile.
[5] Tonada de Glenn Miller procedente de la película dirigida por Anthony Mann, Música y lágrimas (1955), basada en la biografía del músico.
[6] Escrito por Manuel Antonio Carreño en Venezuela en 1853. Son lecciones y consejos sobre cómo debían comportarse las personas en espacios públicos y privados
[7] Referencia indirecta a la canción Bajo el cielo de Palma, de Bonet de San Pedro.
[8] Canción No te mires en el río, de León y Quiroga
[9] (Nueva York: 1884-1962): diplomática y activista preocupada por los derechos humanos. Fue primera dama estadounidense y esposa del presidente de los Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt. Está considerada como una de las líderes que más ha influido en el s. XX.
[10] vehículos blindados alemanes de combate de la Segunda Guerra Mundial
[11] (Jerez de la Frontera, 1851- Madrid, 1914). Escritor español y propagandista político en favor de la restauración alfonsina.
[12] (Vich, 1810-1848). Filósofo y publicista. Pensador más significativo de la España del s. XIX.
[13] (Sallent, 1807- Narbona 1870). Fundador de la congregación de los misioneros del Inmaculado Corazón de María, cuyos fines esenciales fueron de carácter apostólico y misional.




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