Si
nos fijamos en las entradas publicadas en referencia a la trayectoria
poética de Blas de Otero, podemos intuir que el objetivo de
esta exposición ha sido realizar, en primer lugar,
un recorrido por aquellos aspectos bibliográficos determinantes en
su obra literaria, ya que
el hecho de empatizar con las
situaciones angustiosas del autor, así como, comprender su época o
su infancia, no solo nos
acerca más al autor, sino que nos
ayuda a comprender por qué
en un primer momento
se centró en una poesía religiosa y existencial desarraigada;
para pasar, más tarde,
a una poesía que empleaba la palabra como reflejo de la
insatisfacción social; y
terminar en un brillante experimentalismo verbal.
Otro
de mis propósitos consistía en constatar las razones por las que
debemos considerar a Blas de Otero un escritor fundamental en la
historia
de la literatura española. En
este sentido, el autor de Pido
la paz y la palabra
es
uno de los mejores representantes de
una época histórica en la que la comunicación directa no tenía
cabida y era necesaria una reformulación de la poesía, para que el
mensaje calara en la sociedad.
Además,
en
la poesía de Blas de Otero encontramos uno de los mejores ejemplos
del paradigma evolutivo de la poesía española de la segunda década
del siglo XX.
Blas
de Otero fue un poeta en continua evolución, cuya obra fue sometida
a la más inconformista de las críticas: la de su propio autor, que
no dejó de cuestionarse dónde estaban los límites, hasta dónde
llegaban sus responsabilidades
éticas y estéticas, y hasta dónde penetraba
su
mensaje político o, en
otros casos,
literario.
Para
terminar, me gustaría que leyéramos uno de sus últimos poemas,
publicado en su obra póstuma Hojas
de Madrid con La galerna,
y
titulado “No me arrepiento”. En éste, podemos encontrar al un
Blas de Otero que
experimenta con la libertad expresiva;
pero también, vislumbramos al autor que
se sigue sintiendo
comprometido con el mundo que le rodea (“cese
el trajín/de
los años, los azares,/las
luchas”)
y al autor existencialista
a través de reflexiones
en
tercera persona
como, por
ejemplo
“Blas
de Otero, cuánto has cambiado”
o
“a
la vida, Blas de Otero, /que
viene la muerte /y te coge desprevenido, /que
es como quiero morir.”
“No
me arrepiento”
Blas
de Otero, cuánto has cambiado.
Bilbao,
Madrid, París,
Praga,
Moscú, Shanghái
La
Habana, Zúrich,
y
pueblos, llanuras, montañas,
ríos
mares
nuestras y lejanas,
hombres
de frente y de perfil,
escuelas,
hospitales,
calles
y plazas sin fin,
Blas
de Otero, descansa
un
poco, cese el trajín
de
los años, los azares,
las
luchas,
papeles
manchados, versos
arrancados
de raíz
a
la vida, Blas de Otero,
que
viene la muerte
y
te coge desprevenido,
que
es como quiero morir.
Hojas
de Madrid con La galerna,
2010
Concluyo ya la exposición de mi tema con la firme esperanza de que esta presentación, a nivel general, de la obra de Blas de Otero os haya, cuanto menos, animado a leer más sobre él, a interesaros por su vida o por su trascendencia dentro de la historia de la literatura española. También, deciros que estoy abierta a cualquier sugerencia, pregunta, o información que pueda sernos de utilidad a todos sobre el tema expuesto.
Bibliografía:
–De Otero, B . “Obra completa (1935-1977)”. Edición de Sabina de la Cruz con la colaboración de Mario Hernández. Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2013.
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