“¡Hola, chicos! Soy gloria Fuertes. Nací en Madrid
hace poco tiempo… comparado con lo que viven las tortugas. Aprendí a inventar
antes que a escribir. Fui algo desastre en la escuela -se me daba fatal las
matemáticas- pero todos me querían porque los hacía reír. A los diez años una
amiga y yo editamos un tebeo que se llamaba El
pito, y yo como era directora publiqué allí algunos de mis primeros
cuentos. Fui de las primeras chicas que jugaron al fútbol – de extremo
izquierda en el Butapercha Fútbol Club- pero después me dio por ser escritora.
He volado sobre el océano más de seis veces. Sé cómo tienen el pelo los negros
y cómo se mueven los chinos, son todos muy guapos. Entre viaje y viaje escribo
libros. De todos mis libros, el que más me gusta es que este que tienes en las
manos.”
Un
rasgo común en la literatura de Gloria Fuertes es su gusto por lo
autobiográfico, especialmente importante en su poesía adulta, pero también
presente en otras obras como en Cangura
para todo, como podemos apreciar por la cita anterior, libro de cuentos que
le valió el Premio Internacional de Literatura Infantil Hans Christian Andersen
en 1968. Así pues, Gloria Fuertes se convierte en personaje de sus obras infantiles y de sus poemas adultos, ya sea partiendo de datos biográficos o bien de retratos
personales. Podemos aprecir como su obra es muy “glorista”, tal y como ella misma diría. La crítica destaca los siguientes poemarios como representantes de
este elemento autobiográfico: Aconsejo
beber hilo (1954), Ni tiro, ni
veneno, ni navaja (1966), Poeta de
guardia (1968), Obras incompletas (1975
y 1977) o Historia de Gloria: amor, humor
y desamor (1980).
“Mi
obra en general, es muy autobiográfica. Reconozco que soy muy Yoísta. Quizá
-incluso- muy Glorista. Lo que a mí me sucedió, sucede o sucederá, es lo que le
ha sucedido al pueblo, lo que nos ha ocurrido a todos, y el poeta sabe, más o
menos, mejor o peor, contarlo. Necesita decirlo, porque necesitáis que lo
digamos. Este cantar -o contar- mi vida en verso lo destaco valiente en mis
múltiples bibliografías poéticas, que son más o menos biográficas y más o menos
poéticas.”
La necesidad de Gloria Fuertes de comunicar se ve
plasmada en estos poemas, más o menos personales, que reflejan con aparente
sinceridad rasgos o experiencias vitales. Su experiencia durante la Guerra
(In)Civil, por ejemplo, así como su infancia o adolescencia, son la base para
algunos de sus poemas adultos, creando desde la experiencia una realidad
poética que expresa esos problemas universalmente humanos. Uno de estos poemas
es:
“Gloria
Fuertes nació en Madrid
a los dos
días de edad,
pues fue
muy laborioso el parto de mi madre
que si se
descuida muere por vivirme.
A los tres
años ya sabía leer
y a los
seis ya sabía mis labores.
Yo era
buena y delgada,
alta y
algo enferma.
A los
nueve años me pilló un carro
y a los
catorce me pilló la guerra;
A los
quince se murió mi madre, se fue cuando más falta me hacía.
Aprendí a
regatear en las tiendas
y a ir a
los pueblos por zanahorias.
Por
entonces empecé con los amores,
-no digo
nombres-,
gracias a
eso, pude sobrellevar
mi
juventud de barrio.
Quise ir a
la guerra, para pararla,
pero me
detuvieron a mitad del camino.
Luego me
salió una oficina,
donde
trabajo como si fuera tonta,
-pero Dios
y el botones saben que no lo soy-.
Escribo
por las noches
y voy al
campo mucho.
Todos los
míos han muerto hace años
y estoy
más sola que yo misma.
He
publicado versos en todos los calendarios,
escribo en
un periódico de niños,
y quiero comprarme
a plazos una flor natural
como las
que le dan a Pemán algunas veces.”
Nota
biográfica - Obras incompletas (1980)
https://www.youtube.com/watch?v=uPp3EYISXfY [Lectura de "Nota biográfica" por Gloria Fuertes]
No podemos olvidar que los poemas autobiográficos que
tienen como punto de partida una experiencia, no son objetivos y, por ende,
pueden jugar con la ficción. La subjetividad y el “sentir” son algo muy
importante en la poesía de Gloria Fuertes, pues con los juegos de palabras, el
humor y las muestras de realidad, lo que pretende es hacernos experimentar la
vida de la manera más humana posible, sin necesidad de imposiciones o falsa
objetividad. El dolor y el amor serán emociones dominantes en toda su poesía,
que intentará enseñarnos la realidad humana y la empatía necesaria para una
sociedad mejor.
Por otro lado, la exposición a que se muestra en sus
poemas más confesionales se contrapone con otros en los que crea un yo poético
más superficial. Algunos de sus poemas catalogados como autobiográficos
representan juegos de palabras con su nombre, que aprovechan la polisemia de
este para crear un juego con el lector en el que la poeta se reafirma y acepta
un destino dado desde su nacimiento:
“La gloria, no la busco,
ya la tengo en mi nombre.”
Otro aspecto de interés dentro de
esta autobiografía poética propia de su obra es la dulcificación de su vida y
la creación de una Gloria Fuertes personaje público. Jorge de Cascante afirma que nuestra
autora “siente la necedad de guardar su intimidad, en parte para no alarmar a
los padres de los niños que compran sus libros”. Así pues, a los datos
biográficos ficticios o confusos que incluye en sus poemas, se le añaden
declaraciones y entrevistas en las que se dibuja de manera apacible y poética.
Un ejemplo de muy agradable lectura es la entrevista que realiza Carmen Delgado
y que os dejaré en la bibliografía.
Sin embargo, nuestra poeta pretende ser sincera
siempre, pero la verdad es más complicada de lo que en un principio puede
parecer. Una declaración suya puede hacernos entender mejor su punto de vista es la siguiente:
“A veces miento por no hacer daño, o por contar una
verdad, porque hay muchas verdades que sólo se pueden contar mintiendo, porque
son demasiado grandes. Por lo demás yo no miento nunca. La verdad es como mi
teta izquierda: siempre la llevo puesta.”
Al leer la poesía de Gloria Fuertes, al escucharla
recitar, podemos ver parte de ese mundo interior que la caracterizaba. Este
aspecto autobiográfico de su obra es una combinación entre un yo “real”, la
propia persona, y un “yo poético” que expresa las inquietudes universales del
ser humano, muy marcado por la guerra y la necesidad.
"A veces mis veros son mejores que yo, pero yo quiero ser mejor que mis
versos. Cada poema que escribo es una radiografía de mí. Si queréis a mi poesía
me queréis a mí. Una vez tuve que dejar a un amor mío porque no quería a mis
versos."
Bibliografía:
- de Cascante, J. (Ed.). (2017). El libro de Gloria Fuertes: antología de poemas y vida. Barcelona, España: Blackie Books S.L.U.
- Delgado, C. (2002). Gloria Fuerte, Eternamente humana. Meridiam. Volumen 26, pág 13 -18, en https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5395472
- Di Leonardo, S. (2015). Gloria Fuertes. Los juegos polisémicos del nombre propio. RECIAL: Revista del Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades. Volumen 6, en https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5215377
- Jiménez Uceda, C. M. (2016). "Heterogloria": modulaciones del yo en Historia de Gloria. Sujeto (auto)(bio) y firma. Impossibilia. Volumen 12, en http://ojs.impossibilia.org/index.php/impossibilia/article/view/122
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