martes, 16 de mayo de 2017

Gloria Fuertes: aspectos autobiográficos

“¡Hola, chicos! Soy gloria Fuertes. Nací en Madrid hace poco tiempo… comparado con lo que viven las tortugas. Aprendí a inventar antes que a escribir. Fui algo desastre en la escuela -se me daba fatal las matemáticas- pero todos me querían porque los hacía reír. A los diez años una amiga y yo editamos un tebeo que se llamaba El pito, y yo como era directora publiqué allí algunos de mis primeros cuentos. Fui de las primeras chicas que jugaron al fútbol – de extremo izquierda en el Butapercha Fútbol Club- pero después me dio por ser escritora. He volado sobre el océano más de seis veces. Sé cómo tienen el pelo los negros y cómo se mueven los chinos, son todos muy guapos. Entre viaje y viaje escribo libros. De todos mis libros, el que más me gusta es que este que tienes en las manos.”

            Un rasgo común en la literatura de Gloria Fuertes es su gusto por lo autobiográfico, especialmente importante en su poesía adulta, pero también presente en otras obras como en Cangura para todo, como podemos apreciar por la cita anterior, libro de cuentos que le valió el Premio Internacional de Literatura Infantil Hans Christian Andersen en 1968. Así pues, Gloria Fuertes se convierte en personaje de sus obras infantiles y de sus poemas adultos, ya sea partiendo de datos biográficos o bien de retratos personales. Podemos aprecir como su obra es muy “glorista”, tal y como ella misma diría. La crítica destaca los siguientes poemarios como representantes de este elemento autobiográfico: Aconsejo beber hilo (1954), Ni tiro, ni veneno, ni navaja (1966), Poeta de guardia (1968), Obras incompletas (1975 y 1977) o Historia de Gloria: amor, humor y desamor (1980).


“Mi obra en general, es muy autobiográfica. Reconozco que soy muy Yoísta. Quizá -incluso- muy Glorista. Lo que a mí me sucedió, sucede o sucederá, es lo que le ha sucedido al pueblo, lo que nos ha ocurrido a todos, y el poeta sabe, más o menos, mejor o peor, contarlo. Necesita decirlo, porque necesitáis que lo digamos. Este cantar -o contar- mi vida en verso lo destaco valiente en mis múltiples bibliografías poéticas, que son más o menos biográficas y más o menos poéticas.”

La necesidad de Gloria Fuertes de comunicar se ve plasmada en estos poemas, más o menos personales, que reflejan con aparente sinceridad rasgos o experiencias vitales. Su experiencia durante la Guerra (In)Civil, por ejemplo, así como su infancia o adolescencia, son la base para algunos de sus poemas adultos, creando desde la experiencia una realidad poética que expresa esos problemas universalmente humanos. Uno de estos poemas es:

“Gloria Fuertes nació en Madrid
a los dos días de edad,
pues fue muy laborioso el parto de mi madre
que si se descuida muere por vivirme.
A los tres años ya sabía leer
y a los seis ya sabía mis labores.
Yo era buena y delgada,
alta y algo enferma.
A los nueve años me pilló un carro
y a los catorce me pilló la guerra;
A los quince se murió mi madre, se fue cuando más falta me hacía.
Aprendí a regatear en las tiendas
y a ir a los pueblos por zanahorias.
Por entonces empecé con los amores,
-no digo nombres-,
gracias a eso, pude sobrellevar
mi juventud de barrio.
Quise ir a la guerra, para pararla,
pero me detuvieron a mitad del camino.
Luego me salió una oficina,
donde trabajo como si fuera tonta,
-pero Dios y el botones saben que no lo soy-.
Escribo por las noches
y voy al campo mucho.
Todos los míos han muerto hace años
y estoy más sola que yo misma.
He publicado versos en todos los calendarios,
escribo en un periódico de niños,
y quiero comprarme a plazos una flor natural
como las que le dan a Pemán algunas veces.”
Nota biográfica - Obras incompletas (1980)

https://www.youtube.com/watch?v=uPp3EYISXfY [Lectura de "Nota biográfica" por Gloria Fuertes]

No podemos olvidar que los poemas autobiográficos que tienen como punto de partida una experiencia, no son objetivos y, por ende, pueden jugar con la ficción. La subjetividad y el “sentir” son algo muy importante en la poesía de Gloria Fuertes, pues con los juegos de palabras, el humor y las muestras de realidad, lo que pretende es hacernos experimentar la vida de la manera más humana posible, sin necesidad de imposiciones o falsa objetividad. El dolor y el amor serán emociones dominantes en toda su poesía, que intentará enseñarnos la realidad humana y la empatía necesaria para una sociedad mejor.
Por otro lado, la exposición a que se muestra en sus poemas más confesionales se contrapone con otros en los que crea un yo poético más superficial. Algunos de sus poemas catalogados como autobiográficos representan juegos de palabras con su nombre, que aprovechan la polisemia de este para crear un juego con el lector en el que la poeta se reafirma y acepta un destino dado desde su nacimiento:

“La gloria, no la busco,
ya la tengo en mi nombre.”

            Otro aspecto de interés dentro de esta autobiografía poética propia de su obra es la dulcificación de su vida y la creación de una Gloria Fuertes personaje público. Jorge de Cascante afirma que nuestra autora “siente la necedad de guardar su intimidad, en parte para no alarmar a los padres de los niños que compran sus libros”. Así pues, a los datos biográficos ficticios o confusos que incluye en sus poemas, se le añaden declaraciones y entrevistas en las que se dibuja de manera apacible y poética. Un ejemplo de muy agradable lectura es la entrevista que realiza Carmen Delgado y que os dejaré en la bibliografía.
Sin embargo, nuestra poeta pretende ser sincera siempre, pero la verdad es más complicada de lo que en un principio puede parecer. Una declaración suya puede hacernos entender mejor su punto de vista es la siguiente:
“A veces miento por no hacer daño, o por contar una verdad, porque hay muchas verdades que sólo se pueden contar mintiendo, porque son demasiado grandes. Por lo demás yo no miento nunca. La verdad es como mi teta izquierda: siempre la llevo puesta.”


                Al leer la poesía de Gloria Fuertes, al escucharla recitar, podemos ver parte de ese mundo interior que la caracterizaba. Este aspecto autobiográfico de su obra es una combinación entre un yo “real”, la propia persona, y un “yo poético” que expresa las inquietudes universales del ser humano, muy marcado por la guerra y la necesidad.


"A veces mis veros son mejores que yo, pero yo quiero ser mejor que mis versos. Cada poema que escribo es una radiografía de mí. Si queréis a mi poesía me queréis a mí. Una vez tuve que dejar a un amor mío porque no quería a mis versos."

Bibliografía:
  •   de Cascante, J. (Ed.). (2017). El libro de Gloria Fuertes: antología de poemas y vida. Barcelona, España: Blackie Books S.L.U.
  • Delgado, C. (2002). Gloria Fuerte, Eternamente humana. Meridiam. Volumen 26, pág 13 -18, en https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5395472
  • Di Leonardo, S. (2015). Gloria Fuertes. Los juegos polisémicos del nombre propio. RECIAL: Revista del Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades. Volumen 6, en https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5215377
  • Jiménez Uceda, C. M. (2016). "Heterogloria": modulaciones del yo en Historia de Gloria. Sujeto (auto)(bio) y firma. Impossibilia. Volumen 12, en http://ojs.impossibilia.org/index.php/impossibilia/article/view/122

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