La
taberna fantástica
La entrada no va a ser
un comentario completo de la obra, sino que voy a hacer una breve exposición,
de lo que es la “tragedia compleja” en la producción de Alfonso Sastre, a
través de su obra La taberna fantástica.
Esta obra fue estrenada
en la sala Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes de Madrid en 1985.
Como se puede ver, es una obra bastante próxima a nosotros, del periodo de la
democracia. La obra tuvo un gran éxito, algo rarísimo en los estrenos de
Alfonso Sastre. Tanto así, que con esta obra ganó el Premio Nacional de Teatro
en 1985. La obra que se escribió como unos veinte años atrás, fue concebida
bajo unas circunstancias tanto políticas como sociales, muy diferentes de la
época en la que se estrenó.
Esta obra se encuentra
dentro de las llamadas “Tragedias complejas”, junto a La sangre y la ceniza, Crónicas romanas y El banquete.
A pesar de que la
trayectoria teatral de Alfonso Sastre es muy larga, unos sesenta años, los
temas principales y su ideología no han evolucionado nada. El verdadero cambio
en su teatro, lo podemos encontrar en el aspecto formal, en cómo presenta su
teatro al público.
Después de una intensa
actividad profesional, estrenando varias obras durante la década de los
cincuenta, en la siguiente década observamos un retroceso, ya que solo estrena
dos obras: Asalto nocturno y Oficio de tinieblas, ambas escritas años
antes de su estreno. A partir de aquí, no volvería a llevar a escena ninguna
obra hasta la muerte de Franco. Después de esto, comenzaría a fraguarse una
separación entre el autor y el público español, que se iría agrandando con el
paso de los años.
Las razones son como
dije antes, tanto personales como políticas, ya que su mujer estuvo implicada
en el atentado de ETA que se saldó con doce muertos en el año 1974. Él fue
también encarcelado por delito de terrorismo. En 1975 abandonó España para
establecerse en Burdeos. Una vez que su mujer fue puesta en libertad, se
mudaron a Fuenterrabía, donde su actividad política estuvo vinculada hasta
ahora con la izquierda abertzale.
Volviendo al teatro, la
creación de la “Tragedia compleja” fue algo que surgió de repente en su obra,
aunque en Guillermo Tell tiene los ojos
tristes escrita en 1955, ya hay muestras de ese nuevo teatro más moderno
que haría después. El término “tragedia compleja” fue acuñado por el propio
Sastre.
Lo que hizo en este
tipo de teatro, es aplicar sus ideas más revolucionarias a la escena, aunque
seguía trasladando sus ideas políticas a sus obras.
Entre las
características del nuevo teatro, están la abundancia de elementos
espectaculares y fantásticos, y lo más característico es que a diferencia de
sus anteriores obras, que son verdaderas tragedias, ahora introduce el humor
que estuvo prácticamente ausente anteriormente.
El humor al que me
refiero, es un humor negro, cercano al esperpento de Valle- Inclán. Además,
incorpora una serie de invenciones escénicas como la introducción del propio
autor como un personaje más de la obra, la proyección en pantallas de parte de
la historia o efectos escénicos que convierten a la obra en un escenario
onírico o embrujado. Otra relación con el esperpento de Valle- Inclán es el
escenario donde se desarrolla el drama, el gato negro. Dicho esperpento, surgió
en Luces de bohemia, en un local del Callejón
del Gato por sus espejos deformantes. Pero sobre todo, continúa con su objetivo
principal. Esa motivación propuesta, no es otra, que ser agitador de la cordura
y poeta de la locura.[1]
En su nueva concepción
de tragedia, está contenida la función catártica como toma de conciencia de los
espectadores de la realidad que están viendo; un héroe de características
esperpénticas, que nos ofrece un ser deformado hasta lo grotesco; y el
distanciamiento del Autor- personaje, de los acontecimientos representados que ocurrieron en el pasado,
como una manera de trasmitirle un carácter épico.[2]
La obra La taberna fantástica, trata de una
serie de quinquilleros en un barrio marginal de Madrid en los años sesenta. Los hechos ocurren
dentro de una taberna, donde los quinquis beben y cuentan sus andanzas. El eje
argumental gira en torno a Rogelio, apodado “el Rojo”, buscado por la guardia
civil, que acude al funeral de su madre. Al final muere apuñalado por otro
quinqui.
El final del protagonista
ya venía siendo anunciado por el Autor desde el principio, mostrando al
espectador de la obra que es una auténtica tragedia, donde los personajes no podrán
hacer nada para cambiarla. “El Rojo” sale al escenario para
cumplir con el designio fatal que le empuja inexorable a la muerte violenta. [3]
En cuanto al contenido de la obra, Alfonso
Sastre denuncia una realidad más presente de lo que piensa el público burgués de
aquellos años. Esa realidad trata de los suburbios, barrios marginales de
Madrid, donde sus habitantes malviven en condiciones infrahumanas, y la
miseria, el hambre, la delincuencia, la ignorancia, campa a sus anchas. En la
nota tres, el Autor describe a estas personas con un subtítulo (Sobre
“quinquilleros”):
Éste es un oficio nómada, no étnicamente
diferenciado, socialmente marginal, y siempre segregado en sus intentos de
integración suburbana.
El desamparo social, el vació cultural en que
viven-la cruel miseria, en fin de sus condiciones de vida (…) la prensa
española contribuye al acorralamiento social de estos grupos y al mayor
desarrollo, en ellos, de una delincuencia defensiva. También, la indefensión
social en que viven- y la necesidad de defenderse como sea, para sobrevivir en
tan desfavorables condiciones-crea en muchos de ellos un componente (defensivo)
de agresividad, de violencia.
Sastre, A.
(1990). La taberna fantástica. Tragedia
fantástica de la gitana Celestina. 1st ed. Madrid: Cátedra,
p.
74-75.
Con estos objetivos,
Alfonso Sastre describe esta realidad en una estética que recuerda mucho al
naturalismo por la crudeza y con el propósito de criticar la miseria.
Para recrear todo esto,
Sastre recreó fielmente el habla y el lenguaje de estos grupos. Es lo que se
llamó la “liberación del lenguaje” en la “tragedia compleja” de Alfonso Sastre.
Este lenguaje está plagada de vulgarismos léxicos, lenguaje caló y del argot
carcelario. Dijo Alfonso Sastre sobre el lenguaje:
Se es como se habla y de ahí que las hablas sean un
inmejorable hilo conductor para penetrar en esos recónditos mundos de la
marginación
Sastre, A.
(1990). La taberna fantástica. Tragedia
fantástica de la gitana Celestina. 1st ed. Madrid: Cátedra, p. 33.
A
continuación, unos ejemplos sobre el lenguaje de la obra:
Luis. ¿He dicho yo algo de tu padre? ¡ No te amuela!
Badila. ¿Lo ves cómo lo mientas? Lo has mentado.
(…)
Badila. ¡ Eh, Luis, que te la juegas; que a mí no me
mienta nadie a la familia! Que saco el churi y te doy una mojada que te avío.
Sastre, A.
(1990). La taberna fantástica. Tragedia
fantástica de la gitana Celestina. 1st ed. Madrid: Cátedra, p.86
Caco. Queo, los jundunares.
Sastre, A.
(1990). La taberna fantástica. Tragedia
fantástica de la gitana Celestina. 1st ed. Madrid: Cátedra, p.95.
Paco. Es que ahora me parece recordar que yo te debo
algún dinero, sí, hombre, de aquel día en el bar del Guarro, que estuvimos de
chusma y yo perdí tres rondas a los chinos. ¿No es eso?
Carburo. Me debes cinco barés
Sastre, A.
(1990). La taberna fantástica. Tragedia
fantástica de la gitana Celestina. 1st ed. Madrid: Cátedra, p.112.
Otro aspecto que hay
que destacar de la obra, es su original estructura. Comienza con tres notas
aclaratorias de Alfonso Sastre, en las que nos explica quiénes son los
quinquilleros, y qué le llevó a escribir la obra.
Después, el propio
autor como personaje, nos introduce y sitúa la obra, e incluso conversa con el
primer personaje que aparece, para después retirarse de la escena. Ya en la
estructura, la obra se divide en dos partes, con un intermedio del sueño del
Caco. Este sueño supone un salto al esperpento y al surrealismo que no se había
visto antes en Sastre. El epílogo, trata de ocho momentos que son una serie de
sainetes, en las que de nuevo el Autor nos cuenta cómo acaba la obra, y la
“verdadera” muerte de Rogelio que se le aparece a Luis el tabernero en forma de
espectro.
El último momento es el
diálogo entre Caco y Badila, que se había caído al principio y no había vuelto
a aparecer. Este diálogo absurdo, demuestra la desorientación existencial que
viven estos dos personajes, recordándonos a Vladimir y Estragón de Esperando a Godot.[4]
,
Bibliografía
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compleja.1961-1978. Primer Acto, [online] 242, pp.pp 40-45. Available at:
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de la gitana Celestina. 1st ed. Madrid: Cátedra.
[1] Oliva
Olivares, C. (1992). Alfonso Sastre en la tragedia compleja.1961-1978. Primer
Acto, [online] 242, pp.pp 40-45. Available at:
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[2] Díez Mediavilla, A. (1989). A propósito de
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[4] Sastre,
A. (1990). La taberna fantástica. Tragedia fantástica de la gitana Celestina.
1st ed. Madrid: Cátedra, p. 161.
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