Otro de los mayores exponentes del teatro del absurdo
es Enrique Jardiel Poncela (1901-1952). Comenzó a escribir antes de la Guerra
Civil, pero continuó su labor después y fue una figura clave en el teatro posterior.
Junto a Miguel Mihura y Edgar Neville, se considera a Poncela como el renovador
del humor. Propuso aportar inverosimilitud y fue influido por Gómez de la Serna
y las vanguardias. Además, fue un renovador de la ‘comedia de enredo’, pues va
contra los supuestos de la lógica.
Fue un escritor y dramaturgo madrileño cuya principal
obra se titula Eloísa está debajo de un
almendro (1940), donde se trata el tema de la locura.
Se trata de una pieza teatral que alcanzó mucho éxito
en el público y llegó a las doscientas treinta representaciones. Enrique
Jardiel Poncela escribió esta obra en un periodo de madurez del género cómico y
propuso en esta la posibilidad paradójica de que la protagonista se enamorase
de un asesino, aun conociendo su condición. Además, es una pieza que obtuvo
abundante éxito por la gran invención del autor en la intriga, la burla, el
misterio, el amor y el enigma con las realidades ficticias y con las fantasías
hechas realidad. Se trata de un ejemplo de teatro cuyo objetivo era hacer reír
al público y que, además, cumple las unidades tanto de espacio como de tiempo.
En cuanto a su estructura externa, la obra consta de
un prólogo seguido de dos actos. Cada uno de ellos tiene su propia función y se
suceden el uno al otro en el tiempo, siendo el último el más extenso y el que
nos descubre el misterio que se arrastra a lo largo de la obra.
Por otro lado, la estructura interna engloba una trama
complicada, cuya evolución es progresiva a lo largo de los dos actos. Esta es
una obra que resume las características del teatro del absurdo, entre las que
encontramos:
·
Imaginación
·
Tramas e historias
complicadas
·
Osadía técnica
·
Ilógica
·
Sorpresa
·
Brillantez verbal
·
Abundancia de
personajes
Respecto a los personajes, estos son abundantes. En el
prólogo aparecen varios: el Dormido, la Señora, el Acomodador, etc. Pero estos
no tienen mucha importancia, únicamente nos ponen en antecedentes de la trama.
Los personajes principales son Mariana y Fernando, los cuales están enamorados
y de los que trata la relación principal de la obra. Además, sus dos tíos,
Clotilde y Ezequiel. Por último, los personajes secundarios también obtienen
importancia: Edgardo, Micaela, Eloísa, Fermín o Leoncio, entre otros. Aparecen,
por tanto, los cuatro protagonistas esenciales: galán, dama, cómico y dama
cómica. Es necesario resaltar que la gran mayoría de ellos no están cuerdos,
sino que realizan disparates propios de un loco de manicomio, sobre todo
Edgardo y su hermana Micaela. Por su parte, Mariana también lo está a su
manera, pues se enamora de Fernando sabiendo que esconde algo y cuyo carácter
es cambiante.
En cuanto al espacio de la obra, esta se sitúa en
Madrid, varía según el acto de que se trate y, además, al comienzo de cada uno
de ellos se hace una descripción minuciosa del escenario. El prólogo se sitúa
en un cine de barrio donde se cita en qué butaca se sienta cada personaje. En
el primer acto se describe la casa de la familia Briones y en el segundo, la
casa de los Ojeda, donde fue enterrada Eloísa debajo del almendro.
Por otro lado, el tiempo data de un día de 1940,
coincidente con el estreno de la obra teatral. A lo largo del prólogo y los dos
actos únicamente pasa una noche, es decir, en pocas horas comienza la obra y se
resuelve el crimen del asesino de Eloísa.
El estilo y el lenguaje de los personajes es
coloquial, vulgar y con cierto tono humorístico, reflejado en los refranes y
expresiones característicos.
Además de la obra tratada, otra que también obtuvo
éxito y fue renovadora es Cuatro
corazones con freno y marcha atrás (1936). Esta ironizaba sobre el mito de
la inmortalidad y, más adelante, pasó a llamarse Morirse es un error. En general, sus personajes son disparatados, dinámicos
y no viven conflictos profundos. Tienden a ser felices a pesar de lo absurdo de
la historia y sus conversaciones.
Otros títulos de Poncela son: Un marido de ida y vuelta (1939), Tú y yo somos tres (1945), Los
ladrones somos gente honrada (1941) o Los
tigres escondidos en la alcoba (1949). Las dos últimas dejan entrever su objetivo
principal en el teatro, es decir, conseguir obras dinámicas, inverosímiles y que
rompieran con lo convencional.
En conclusión, este escritor obtuvo el propósito de
“renovar la risa” y fue un autor que sufrió la censura y el rechazo por parte
del público mayoritario de la posguerra. Fue un gran inventor de recursos para
hacer reír al público de manera inesperada. Se dice que “su teatro llegó a
rozar con lo excéntrico y que sus personajes son instrumentos del ingenio”.
Bibliografía:
-
Jardiel Poncela,
E. (1969). Eloísa está debajo de un
almendro. Madrid: Alianza.
- Rodríguez Cacho, L. (2009). “Manual de historia de la literatura española”. Madrid: Castalia.
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Soler, M.P., Rodríguez, R., Rodríguez,
M.D., Santos, E. y Barrero, Ó. (2009). Lengua
castellana y literatura: desde el siglo XIX a la actualidad. Barcelona:
Vicens Vives.
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Navarro, P., Ramalle, T., Boyano, R.,
Viguera, J.M. y Fabregat, S. Lengua
castellana y literatura. Madrid: Ediciones SM.
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Lázaro, F. y Tusón, V. (1983). Literatura española. Madrid: Ediciones
Anaya.
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