Como
se ha mencionado al final de la entrada titulada El
encuentro de Blas de Otero con «la inmensa mayoría»: “Ser hombre
entre los hombres”, hacia el año 1965, Blas de Otero comienza a experimentar nuevos
caminos poéticos. En el año 1966, comienza escribir en prosa su
obra titulada Historias
fingidas y verdaderas,
labor que no terminará hasta el año 1968. En esta obra afloran con
gran notoriedad el irracionalismo y el surrealismo
latentes desde el inicio de su poesía.
Entre
1969 y 1970, Blas de Otero publica Expresión y reunión
(antología de su poesía hasta
el momento) y Mientras. En
estas obras
se recogen otros poemas escritos a partir de 1968 que, más tarde,
formarían parte de su obra Hojas de Madrid con La galerna,
también con un marcado carácter surrealista que desencadena una
gran libertad formal,
así como el empleo de temas
característicos de su primera etapa gracias
a la asociación libre de
imágenes. Tal
y como dice Juan José Lanz en su libro Alas de Cadenas:
Estudios sobre Blas de Otero: “(…) ;se
trataba de buscar una forma de nuevo realismo más profundo, atento a
la realidad cambiante, una forma de integración de expresión
vanguardista y compromiso estético que daría resultados
novedosos”.
A
continuación, podemos ver uno de los poemas de la última obra
mencionada en la que queda ejemplificado este nuevo tratamiento de
temas característicos de su etapa existencial.
“Imprevisibles”
El hombre habla, escribe, hasta razona
el estructuralismo y la estilística,
investiga el hondón de la garganta,
es decir hace gárgaras muy finas.
Pero hablar, escribir como le vienen
a uno las palabras, con aristas
y curvas de paloma, hablar de pronto
y escribir de repente, es carne viva.
Que nadie ponga el dedo en esta llaga.
Que me dejen hablar en una esquina
debajo de un farol felipe cuarto.
Y que mi pluma peine línea a línea
la loca cabellera de los versos
imprevisibles en rápida huida...
(Hojas
de Madrid con La galena, 1968-1977)
Paralelamente, en España también
se estaba llevando a cabo esta evolución, es decir, este giro hacia
una poesía de corte más formalista e irracional, donde la sorpresa
es valorada de forma positiva y está presente el surrealismo. Por lo
tanto, en sus últimos poemas, Blas de Otero mostró su deseo de
acercarse a una porción de la poesía que se ponía en juego en la
España de aquellos años.
La larga búsqueda vital y poética de Blas de Otero finaliza en el año 1979 a causa de una embolia pulmonar. Queda mencionar que su poesía se ha convertido en fundamental para la historia de la literatura española. Uno de los indicios que nos lleva a pensar esto es el gran número de reediciones y antologías de su obra que se sucedieron tras su muerte.
Actualmente, es uno de los máximos exponentes de un momento
crucial en la historia de España, que dio paso a una poesía
comprometida con la condición tan lamentable en la que se vivía en
su país en los años inmediatamente posteriores a la Guerra Civil.
En este sentido, Blas de Otero ejerció una fuerte influencia en
numerosos escritores coetáneos y posteriores; es considerado,
junto con Gabriel Celaya, uno de los poeta más influyentes en el
Grupo poético de los años 50.
Para
finalizar, me gustaría que leyerais este breve poema escrito en sus
últimos años de vida en los que nos resume, de una forma muy clara,
lo que resultó ser la vida para Blas de Otero y aquello que nos deja como legado.
“Penúltima
palabra”
Dentro
de poco moriré.
El zafarrancho de mi vida
toca a su fin. El alma está partida,
y el cuerpo a punto de partir. Lo sé.
El zafarrancho de mi vida
toca a su fin. El alma está partida,
y el cuerpo a punto de partir. Lo sé.
Amé
la vida, sin embargo.
Bien sabes tú que la amé mucho.
Aunque me expulsen de la vida, lucho
aún. Ancho el amor y el dolor largo.
Bien sabes tú que la amé mucho.
Aunque me expulsen de la vida, lucho
aún. Ancho el amor y el dolor largo.
Veo
los ríos, me conmueven.
Contemplo un árbol, quedo absorto.
El mar inmenso me parece corto
de luces frente a muertos que se mueven.
Contemplo un árbol, quedo absorto.
El mar inmenso me parece corto
de luces frente a muertos que se mueven.
He
caminado junto al hombre.
Participé sus arduas luchas.
Muchos han sido los fracasos; muchas
más las conquistas que no tienen nombre.
Participé sus arduas luchas.
Muchos han sido los fracasos; muchas
más las conquistas que no tienen nombre.
Dentro
de poco moriré.
Aquí está todo mi equipaje.
Cuatro libros, dos lápices, un traje
y un ayer hecho polvo que aventé.
Aquí está todo mi equipaje.
Cuatro libros, dos lápices, un traje
y un ayer hecho polvo que aventé.
Esto
fue todo. No me quejo.
Sé que he vivido intensamente.
(Demasiado intensamente.) Enfrente
está el futuro: es todo lo que os dejo.
Sé que he vivido intensamente.
(Demasiado intensamente.) Enfrente
está el futuro: es todo lo que os dejo.
(Hojas
de Madrid con La galena, 1968-1977)
Bibliografía:
–De
Otero,
B
.
“Obra completa (1935-1977)”.
Edición de Sabina de la Cruz con la colaboración de Mario
Hernández. Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2013.
–
Rodríguez
Cacho, L. (2009). “Manual de historia de la literatura española”.
Madrid: Castalia.
–
Lanz,
J.J (2014). “Alas de Cadenas: Estudios sobre Blas de Otero”.
Renacimiento.
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