miércoles, 26 de abril de 2017

Oda a Venecia ante el mar de los teatros

Poema propuesto y pauta para su análisis


Perer Gimferrer:  ODA A VENECIA ANTES EL MAR
                                         DE LOS TEATROS (1966)

                                                                   Las copas falsas, el veneno y la calavera delos teatros                                                                                                                                                                                                                                                                                                     GARCÍA  LORCA

 1  Tiene el mar su mecánica como el amor sus símbolos.
  2  Con que trajín se alza una cortina roja
  3  o en esta embocadura de escenario vacío
  4  suena un rumor de estatuas, hojas de lirio, alfanjes,
  5  palomas que descienden y suavemente pósanse.
  6  Componer con chalinas un ajedrez verdoso.
  7  El moho en mi mejilla recuerda el tiempo ido
  8  y una gota de plomo hierve en mi corazón.
  9  Llevé la mano al pecho, y el reloj corrobora
10  la razón de las nubes y su velamen yerto.
11  Asciende una marea, rosas equilibristas
12  sobre el arco voltaico de la noche en Venecia
13  aquel año de mi adolescencia perdida,
14  mármol en la Dogana como observaba Pound
15  y la masa de un féretro en los densos canales.
16  Id más allá, muy lejos aún, hondo en la noche,
17  sobre el tapiz del Dux, sombras entretejidas,
18  príncipes o nereidas que el tiempo destruyó.
19  Qué pureza un desnudo o adolescente muerto
20  en las inmensas salas del recuerdo en penumbra
21  ¿Estuve aquí? ¿Habré de creer que éste he sido
22  y éste fue el sufrimiento que punzaba mi piel?
23  Qué frágil era entonces, y por qué. ¿Es más verdad,
24  copos que os diferís en el parque nevado,
25  el que hoy así acoge vuestro amor en el rostro
26  o aquél que allá en Venecia de belleza murió?
27  Las piedras vivas hablan de un recuerdo presente.
28  Como la vena insiste sus conductos de sangre,
29  va, viene y se remonta nuevamente al planeta
30  y así la vida expande en batán silencioso,
31  el pasado se afirma en mí a esta hora incierta.
32  Tanto he escrito, y entonces tanto escribí. No sé
33  si valía la pena o la vale. Tú, por quien
34  es más cierta mi vida, y vosotros que oís
35  en mi verso otra esfera, sabréis su signo o arte.
36  Dilo, pues, o decidlo, y dulcemente acaso
37  mintáis a mi tristeza. Noche, noche en Venecia
38  va para cinco años, ¿cómo tan lejos? Soy
39 el que fui entonces, sé tensarme y ser herido
40  por la pura belleza como entonces, violín
41  que parte en dos aires de una noche de estío
42  cuando el mundo no puede soportar su ansiedad
43  de ser bello. Lloraba yo acodado al balcón
44  como en un mal poema romántico, y el aire
45  promovía disturbios de humo azul y alcanfor.
46  Bogaba en las alcobas, bajo el granito húmedo,
47  un arcángel o sauce o cisne o corcel de llama
48  que las potencias últimas enviaban a mi sueño.
49                                                         Lloré, lloré, lloré
50  ¿Y cómo pudo ser tan hermoso y tan triste?
51  Agua y frío rubí, transparencia diabólica
52  grababan en mi carne un tatuaje de luz.
53  Helada noche, ardiente noche, noche mía
54  como si hoy la viviera! Es doloroso y dulce
55  haber dejado atrás a la Venecia en que todos
56  para nuestro castigo fuimos adolescentes
57  y perseguirnos hoy por las salas vacías
58  en ronda de jinetes que disuelve un espejo
59 negando, con su doble, la realidad de este poema.


El autor y su contexto

Nacido en Barcelona el 22 de junio de (1945), forma parte según sus propias palabras, de la única generación europea nacida después de la Segunda Guerra Mundial, que ha vivido desde la infancia, el fascismo como única realidad conocida. De ahí que de su temprana adolescencia durante los años 50 recuerde, sobre todo, la sensación de impostura que le producían esas verdades oficiales de la España de Franco que, por entonces, al menos en Cataluña ya nadie admitía así como esa impresión de uniformidad, de homogeneidad y de grisura en la que nada o casi nada destacaba o sobresalía.

Aunque de niño ya sentía una pasión por la literatura, pero su verdadero ingreso en la misma no tuvo lugar hasta los treces años, concretamente en (1985), el motivo fundamental el descubrimiento de Rubén Darío, el que despertó el impulso mimético de escribir poesía.

En (1962), cursa estudio de Derecho en la Universidad de Barcelona, que durante algún tiempo simultaneará con los estudios de Filosofía y Letras. A los dieciocho años pública su primer poema Mensaje del Tetrarca (1963); pero será con su obra Arde el mar (1966), con la que, en palabras de Guillermo Carnero " inaugura el cambio radical que con respecto a la inmediata tradición de la poesía española de posguerra protagonizan los poetas llamados Novísimos”. Este libro le valió el Premio Nacional de Literatura. Al año siguiente escribe Madrigales(1967), La muerte en Beverly Hills (1968), y De Extraña fruta y Otros poemas (1968-1969). Cierra su etapa de creación en castellano, con un libro de recopilación de Poemas (1962-1969).

A partir del 70 escribe en catalán, lengua que, según el autor le ha permitido expresarse en primera persona, lo que le ha valido también el Premio Nacional de Poesía en (1989), por El Vendaval.  Algunos de sus poemarios los ha ofrecido en versión bilingüe, bajo el título general de Poesía (1970-1977). Además, ha publicado una novela Fortuny (1983), ensayos, estudio de literatura , arte y diversas ediciones y traducciones sobre todo de autores catalanes. En (1985), entró a formar parte de la Real Academia Española, con un discurso del Perfil de Vicente Aleixandre, su amigo y maestro.


Arde el mar  se publicó en (1966 ), y recoje poemas escritos entre el verano del 63 y finales del 65. La crítica resaltó desde el momento desde el principio el carácter rupturista del mismo: nada tenía que ver con la poesía que en ese momento se estaba haciendo en España.
El título del libro procede de un verso de Alberti, !Ardiendo está todo el mar¡, imagen bellísima que remite a un contexto surrealista aprendido a través de los poetas del 27.
La lecturas de Arde el mar nos desvela otros componentes: culturalismo, barroquismo que enriquecen el hipotético automatismo de su escritura. 

Comentario

Localización

«Oda en Venecia ante el mar de los teatros», pertenece al  libro, Arde el mar (1966) con el que obtuvo el Premio Nacional de Poesía. Este poema es, junto a «Cascabeles e Innovación en Ginebra» los poemas más bellos del libro. Por su larga extensión y también porque son buenos ejemplos del proceder experimentalista, el exotismo y la incorporación de referencias culturalista, melancólica y rebelde. 

El poema, es un cántico de añoranza del poeta por su adolescencia perdida: por su simbólica Venecia. El autor se crea una nueva vida y una nueva personalidad confundida con la suya propia, como un personaje analógico.

Tema

El tema principal en este poema es zigzagueante. Nos encontramos primeros con los primeros 6 versos que tienen como motivos el teatro, el escenario,etc. Después se introduce  el motivo del yo (vv. 7-10), seguido por el de Venecia (vv. 19-54), y por último confluyen los motivos  mezclados.

Estructura

El poema presenta una estructura desequilibrada, no hay separación entre los motivos, la extensión de los motivos es desigual; la transición entre unos motivos y otros es brusca, abrupta, sin nexos morfológicos.
También encontramos en este poema algunas isotopías, como las relativas al teatro
 (vv. 2-6).

                                           2   Con que trajín se alza una cortina roja
                                           3   o en esta embocadura de escenario vacío
                                           4   suena un rumor de estatuas, hojas de lirio, alfanjes,
                                           5   palomas que descienden y suavemente pósanse.
                                           6   Componer con chalinas un ajedrez verdoso.

 O la de la belleza (vv. 26,39-43,50),  la de la escritura del poeta (32-35).
                                         
                                           26   o aquél que allá en Venecia de belleza murió?                                        
                                           50 ¿Y cómo pudo ser tan hermoso y tan triste?

                                                         32  Tanto he escrito, y entonces tanto escribí. No sé
                                                         33  si valía la pena o la vale. Tú, por quien
                                                         34  es más cierta mi vida, y vosotros que oís
                                                         35  en mi verso otra esfera, sabréis su signo o arte.

 Otras son más sostenidas e importantes como las de la muerte-destrucción: versos ( 15-26)

              15   y la masa de un féretro en los densos canales.               
           16   Id más allá, muy lejos aún, hondo en la noche,          
           17   sobre el tapiz del Dux, sombras entretejidas,              ,
           18   príncipes o nereidas que el tiempo destruyó.               
           19  Qué pureza un desnudo o adolescente muerto               
           20  en las inmensas salas del recuerdo en penumbra          
           21 ¿Estuve aquí? ¿Habré de creer que éste he sido 
           22  y éste fue el sufrimiento que punzaba mi piel?
           23  Qué frágil era entonces, y por qué. ¿Es más verdad
           24   copos que os diferís en el parque nevado, 
           25   el que hoy así acoge vuestro amor en el rostro
           26   o aquél que allá en Venecia de belleza murió?

Figuras literarias

Antítesis.

No hace acto de presencia hasta el verso 21. Antes sólo se deslizan trozos de ellas, como se muestra  en los versos 7 y 13.

                                                       7   El moho en mi mejilla  recuerda el tiempo ido
                                                     13   aquel año de mi adolescencia perdida,
                                                     21  ¿Estuve aquí? ¿Habré de creer que éste he sido
                                                    27   Las piedras vivas hablan de un recuerdo presente.
                                                    31   el pasado se afirma en mí a esta hora incierta.
                                                    54   como si hoy la viviera! Es doloroso y dulce
                                                    55   haber dejado atrás  la Venecia en que todos
                                                    56   para nuestro castigo fuimos adolescentes.

Estas antítesis básicas, van aparejadas con otras: ayer/hoy; realidad/irrealidad,etc.

La  enumeración

El poema está plagado de ellas. Diríamos que «Oda a Venecia ante el mar de los teatros» es un conjunto de enumeraciones que resultan un poco confusa por la disparidad semántica de sus componentes y por la ruptura de las construcciones sintácticas.  Lo podemos ver  en los versos  siguientes.

          11  Asciende una marea, rosas equilibristas
          12  sobre el arco voltaico de la noche en Venecia
          13  aquel año de mi adolescencia perdida,
          14  mármol en la Dogana como observaba Pound
          15  y la masa de un féretro en los densos canales.

Como podemos apreciar en los versos anteriores, a un conjunto de impresiones, fragmentadas en retazos de imágenes que se yuxtaponen de manera inconexa y acelerada. 

Relacionadas con las numeraciones tenemos las repeticiones, que aportan al poema un alto valor emotivo de intensificación:
                                                                49  Lloré, lloré, lloré
                                                                53  Helada noche, ardiente noche, noche mía

La metáfora 

La  figura estrella del poema, la  metáfora. Hay muchas lo cual destaca ese ambiente fantasioso y espectral del poema, junto a las demás figuras semánticas. Que el poeta sabe utilizar y combinar, creando  lazos intuitivos entre los diversos motivos del poema. Entre las metáforas  podemos citar las siguientes:

                                                        7   El moho en mi mejilla recuerda el tiempo ido
                                                        9    Llevé la mano al pecho, y el reloj corrobora
                                                        10  la razón de las nubes y su velamen yerto.
                                                        39   el que fui entonces, sé tensarme y ser herido
                                                        40   por la pura belleza como entonces, violín
                                                        41  que parte en dos aires de una noche de estío

Encabalgamiento

El poema presenta nueve encabalgamientos que podemos observar en los versos siguientes 

16  Id más allá, muy lejos aún, hondo en la noche,
21 ¿Estuve aquí? ¿Habré de creer que éste he sido
38  va para cinco años, ¿cómo tan lejos? Soy
39 el que fui entonces, sé tensarme y ser herido
40  por la pura belleza como entonces, violín
41  que parte en dos aires de una noche de estío
42  cuando el mundo no puede soportar su ansiedad
43  de ser bello. Lloraba yo acodado al balcón
44  como en un mal poema romántico, y el aire

Plano de la sintaxis. 

El poema no cumple una sintaxis habitual, recurre a una sintaxis intelectual, emotiva del poeta. Con un número elevado de frases nominales, sin verbos, o exclamativas, sin signos ortográficos, o interrogativas; subordinaciones, coordinaciones  copulativas o disyuntivas que actúan en el nivel del verbo principal o bien en los distintos niveles de subordinaciones.

La agramaticalidad, es otro de los rasgos del texto, ya patente en el nivel semántico. Porque  la agramaticalidad es fundamentalmente de naturaleza semántica  “sin sentido”. Por ejemplo:
En los versos (9-10,23). “Lleve la mano al pecho, y el reloj corrobora  /   la razón de las nubes y su velamen yerto” .
 Pero a menudo la agramaticalidad es sintáctica: “Qué frágil era entonces y por qué”. El origen de las agramaticalidades, es la escritura semiautomática de Gimferrer, que conecta este poema con el surrealismo.

Morfología

Es asombroso el uso de los sustantivos al comienzo del poema, en los primeros 16 versos, hay una gran cantidad de ellos, pero a partir del verso 32 descienden notablemente, aumentando notablemente los verbos , luego todas las partes juntas se neutralizan.

En cuanto al léxico podemos observar una gran riqueza léxica  en el poema. Como por ejemplos: sustantivos como: “alfanjes o batán” de muy poco uso en un poema, ni verbos como “diferir” que aparece  empleado como reflexivo “ os diferir” o el verbo “metábasis”  “insistir” en el verso 28. “Como la vena insiste sus conductos de sangres”.

Resaltan en el texto nombres propios, que le dan un brillo y un exotismo particular: el topónimo “Venecia” utilizado cuatro veces, la palabra italiana “Dogana” (aduana) cuatro veces, y el  apelativo “Pound” que alude al poeta Ezra Pound (1885-1975) que vivió mucho tiempo en Italia, publicó su primer libro en Venecia y solía salpicar sus poemas escritos en inglés con palabras en otros idiomas, en italiano, sobre todo, se revela aquí como una lectura favorita de Gimferrer.

En lo que se refiere al resto de los sustantivos, predominan los concretos (mar, cortina, escenario, etc.). Destaca entre los sustantivos el culturalista “nereidas”. 

En los adjetivos, observamos que una buena parte de ellos son determinativos, y que de los calificativos casi ninguno es muy sorprendente “voltaico y equilibristas” quizá sean los más llamativos.

En cuanto a los  tiempos de los verbos: muestran un dominio abrumador del tiempo presente indicativo, como corresponde a la perspectiva del poema, el hoy del poeta, pero también presenta variedad de tiempo: los tiempos del pasado del “ayer” (llevé, he sido, he escrito, murió observaba, lloraba, etc.) Y los tiempos de futuro y de las hipótesis (habré de  creer, sabréis , viviera, etc. Y las formas personales (modos), y las no personales (componer, ser herido, acordado, etc.)  Y las perífrasis (habré de creer). El verbo muestra en este poema una gran riqueza no sólo cuantitativa sino también cualitativa. Muestra de ello es la forma arcaica con pronombre pospuesto “posanse” verdadera joya rítmica del poema.  

Adverbios: Muy numerosos para ser un poema lírico. El adverbio presenta una gran variedad de tipos desde los temporales, más abundantes ”entonces, hoy” hasta los modales “así , en mente, suavemente  nuevamente , dulcemente" pasando por los de lugar (allá, lejos), los de cantidad (más), relativos (cuando y como ) , exclamativos,etc. Los adverbios enmarcan y matizan las coordenadas verbales de la acción: el aquí , el entonces, el cómo.

Métrica

Desde el punto de vista métrico , es un poema no estrófico: un conjunto o serie (también llamado “estíptica”) versos de catorce sílabas (alejandrinos) con algunas excepciones que veremos luego, sin rima. Este poema es una variante modernista y posmodernista de los endecasílabos sueltos renacentistas (y posteriores). Hay un solo verso el 49 que es heptasílabos: podemos considerarlo pie quebrado de los alejandrinos, en los que introduce variedad. 

Sorprende que Gimferre haya escogido este molde métrico tan fijo para su poema de imaginación tan libre y casi vanguardista. Tal vez la idea de “Oda” con su solemnidad métrica haya podido influirle: (como es sabido, la oda era un poema cantado entre los griegos, con una disposición en tres partes. En castellano la oda suele ser estrófica, pero hay casos de no estrófico : en silvas por ejemplo. A nuestro entender, sin embargo, más que esto ha podido pesar otro factor, tal vez el parentesco que tiene este poema como otros muchos de Gimferrer con el modernismo. Como Rubén Darío y otros modernistas, Gimferrer ama apasionadamente la belleza, el exotismo, el cosmopolitismo, la aristocracia interior. Le gusta rellenar sus poemas con objetos raros, históricos o refinados. Y el modernismo empleó como metro favorito el alejandrino.

Computo silábico

                                                     
 ODA A VENECIA ANTES EL MAR
                 DE LOS TEATROS (1966)

                                                                   Las copas falsas, el veneno y la calavera delos teatros                                                                                                                                                                                                                                                                                                     GARCÍA  LORCA

1   Tie-ne el mar su mecá-nica  / como el amor sus símbolos. 7 + 7
2   Con que tra-jín se al-za  /  u-na cor-ti-na ro-ja 7 + 7
3   o en es-ta em-bo-ca-du-ra/   de escenario vacío 7 + 7 
4   suena un rumor de estatuas, / hojas de lirio, alfanjes, 7 + 7
5   palomas que descienden   //y suavemente pósanse. 7 + 7
6   Componer con chalinas //   un ajedrez verdoso.7 + 7
7   El moho en mi mejilla   // recuerda el tiempo ido7 + 7
8   y una gota de plomo  // hierve en mi corazón.7 + 7
9   Llevé la mano al pecho, / / y el reloj corrobora 7 + 7
10 la razón de las nubes   //y su velamen yerto. 7 + 7
11 Asciende una marea,   // rosas equilibristas 7 + 7
12 sobre el arco voltaico  / / de la noche en Venecia 7 + 7
13 a-quel año de mi adolescencia perdida,
14 mármol en la Dogana   // como observaba Pound 7 + 7
15 y la masa de un féretro   //en los densos canales. 7 + 7
16 Id más allá, muy lejos / /aún, hondo en la noche, 7 + 7
17 sobre el tapiz del Dux,  / /sombras entretejidas, 7 + 7
18 príncipes o nereidas   //que el tiempo destruyó. 7 + 7
19 Qué pureza un desnudo / / o adolescente muerto (7 + 7
20 en las inmensas salas //  del recuerdo en penumbra 7 + 7
21 ¿Estuve aquí? ¿Habré  // de creer que éste he sido 7 + 7
22 y éste fue el sufrimiento//   que punzaba mi piel? 7 + 7
23 Qué frágil era entonces, //  y por qué. ¿Es más verdad, 7 + 7
24 copos que os diferís en / / el parque nevado, 7 + 7
25el que hoy así acoge //  vuestro amor en el rostro 7 + 7
26 o aquél que allá en  // Venecia de belleza murió? 7 + 7
27 Las piedras vivas hablan //  de un recuerdo presente. 7 + 7
28Como la vena insiste / / sus conductos de sangre, 7 + 7
29 va, viene y se remonta / / nuevamente al planeta 7 + 7
30 y así la vida expande / / en batán silencioso, 7 + 7
31 el pasado se afirma en //  mí a esta hora incierta. 7 + 7
32 Tanto he escrito, y entonces tanto escribí. No sé 7 + 7
33 si valía la pena o la vale. Tú, por quien  7 + 8
34 es más cierta mi vida, //  y vosotros que oís 7 + 7
35 en mi verso otra esfera, / / sabréis su signo o arte. 7 + 7
36 Dilo, pues, o decidlo,  // y dulcemente acaso 7 + 7
37 mintáis a mi tristeza. //  Noche, noche en Venecia 7 + 7
38va para cinco años,  // ¿cómo tan lejos? Soy 7 + 7
39 el que fui entonces, //  sé tensarme y ser herido 7 + 7
40 por la pura belleza  / /como entonces, violín 7 + 7
41 que parte en dos aires  // de una noche de estío 7 + 7
42 cuando el mundo no puede //  soportar su ansiedad 7 + 7
43 de ser bello. Lloraba  // yo acodado al balcón 7 + 7
44 como en un mal poema / / romántico, y el aire 7 + 7
45 promovía disturbios  // de  humo azul y alcanfor. 7 + 7
46 Bogaba en las alcobas, //  bajo el granito húmedo, 7 + 7
47 un arcángel o sauce o cisne o corcel de llama  7 + 8
48 que las potencias últimas //  enviaban a mi sueño.
49                                                         Lloré, lloré, lloré heptasilabos
50 ¿Y cómo pudo ser tan  // hermoso y tan triste? 7 + 7
51 Agua y frío rubí, //  transparencia diabólica 7 + 7
52 grababan en mi carne//   un tatuaje de luz. 7 + 7
53 He-la-da no-che, ardien-te no-che, no-che mí-a   tridecasilabos 13 silabas
54 como si hoy la viviera!/   Es doloroso y dulce 7 + 7
55 haber dejado atrás / / a la Venecia en que todos 7 + 7
56 para nuestro castigo / / fuimos adolescentes 7 + 7
57 y perseguirnos hoy / /  por las salas vacías 7 + 7
58 en ronda de jinetes / / que disuelve un espejo 7 + 7
59 negando, con su doble, la realidad de este poema. 7 + 9

Edición utilizada :  Gimferrer Perer.  Arde el mar. Madrid: El Bardo, 2ª Edición  1968, pp. (13-15.)

Comentábamos antes, que en esta serie de 59 alejandrinos (7 + 7 sílabas), hay algunos versos excepcionales ,en los versos (33,47,59), el primer hemistiquio es perfectamente regular: 7 sílabas. Sin embargo el segundo hemistiquio se desborda metricamente, en los versos (33, 47,59). Estos versos deberíamos considerarlos alejandrino con hipermetría, o pentadecasílabos.  El verso 53 “Helada noche ardiente noche, noche mía” es un tridecasílabo  ternario, también llamado alejandrino ternario. No es un verso compuesto como los demás alejandrinos, sino simple (sin cesura) y consta de trece sílabas repartidas en tres núcleos.


Biografía

GIMFERRER PERER.  Arde el mar. Editorial: Madrid: El Bardo, 2ª Edición,  1968.


LÁZARO CARRETER, FERNANDO. Como se comenta un texto literario. Editorial: Madrid: Taurus, 1989.

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