En
mi entrada anterior comenté la importancia que tuvo el periodismo para la
narrativa social durante la Guerra Civil española. La labor periodística tiene
trascendencia también para el realismo testimonial que se produce en la novela-reportaje
durante los años venideros de la guerra civil.
En
la prensa de los años del conflicto bélico, florecen escritos en los que se
combina la crónica social del momento junto con una libre interpretación
proporcionada por el periodista. El hecho de que estos artículos se aproximasen,
en cierta medida, a la novela, hace que se cree la novela-reportaje. Así, los
escritores utilizan para sus publicaciones temas cercanos al lector,
presentándolo a través de instantánea. Esta novela-reportaje tuvo gran éxito
gracias a los acontecimientos que había ocurrido o que estaban ocurriendo tanto
en España como en el resto del mundo, como el sindicalismo o la revolución
rusa.
Los
antecedentes de la novela-reportaje escrita durante la guerra civil y posguerra
se encuentran en otros acontecimientos bélicos. De esta manera, durante la
guerra colonial en Marruecos (1909-1927) ya se habían desarrollado las técnicas
que estos novelistas aplicaran a sus obras. Podemos remitirnos por ejemplo a
obras como Imán, de Ramón J. Sender,
o Cartas marruecas de un soldado, de
E. Giménez Caballero. Los relatos sobre la Segunda República acerca de los
sucesos sociales y políticos que tuvieron lugar guiaron el camino a sus
ulteriores.
Durante
este periodo emergen bastantes nombres de escritores <<sociales>>,
que muestran los testimonios y acontecimientos que estaban ocurriendo en el
momento. Un rasgo común que destaca en todos aquellos autores que sobresalen es
que se dedicaban o se habían dedicado al periodismo.
Algunos
escritores de novela-reportaje que podemos señalar:
-
Manuel Benavides.
En sus mejores novelas está presente tanto el reportaje como la parte
fantástica propia de la novela. Dicha técnica se pone de manifiesto en novelas
como El crimen de Europa (1937), Los nuevos profetas (1942), La escuadra la mandan los cabos (1944) o
Guerra y revolución en Cataluña
(1946).
-
Juan Antonio
Cabezas.
Contribuyó con el bando republicano en la guerra en la edición de Crónica general de la guerra civil
(1937). Además, escribe una de las primeras novelas en las que se habla sobre
la guerra desde la perspectiva de los vencidos: La montaña rebelde (Premio Gabriel Miró en 1959). Relata en ella
hechos de la guerra civil desde la perspectiva de unos montañeses asturianos.
-
Clemente Cimorra.
Publica tres colecciones sobre relatos y reportajes de la guerra civil: Madrid es nuestro (1938), Los héroes del Pirineo español (1938) y España en las trincheras (1938). Tiene
otras novelas-reportaje como El bloqueo
del hambre (1940), en la que trata el tema de la guerra civil; Gente sin suelo (1940), en la que habla
sobre el exilio al que tuvieron que partir los republicanos; y La simiente (1942), <<novela de
los hijos de la guerra>>.
-
Jesús Izcaray.
Participó en la redacción de las crónicas Madrid
es nuestro (1938) y Crónica general
de la guerra civil (1938) durante la guerra civil. En sus novelas La hondada (1961) y Las ruinas de la muralla (1965) muestra el desarrollo por el que ha
ido atravesando la sociedad española de la posguerra. Asimismo, en Madame García retoma el tema de la
guerra civil.
-
Ramón J. Sender.
En su obra destaca el compromiso socio-político. Sus narraciones concentran
tanto la imaginación y el misterio que encierran las novelas, y la crónica de
los hechos que estaban acaeciendo junto con transformaciones sociopolíticas por
las que se estaban pasando. De esta forma, en su novela Contraataque (1938) narra un acontecimiento propio que le ocurrió
durante la guerra.
-
Juan Zugazagoitia.
Sus escritos más característicos tratan acerca de los sucesos que estaban
sucediendo en ese duro momento. La novela que mejor refleja esta propiedad es Madrid, Carranza 20 (1940, aunque en
España no fue publicada hasta que acabó el franquismo).
En conclusión, el periodismo ha sido muy
importante para el desarrollo de la novela-reportaje durante la guerra civil
española y su posguerra. Esta novela-reportaje es un reflejo de la sociedad de
ese momento histórico. Por lo tanto, en estas obras vislumbramos qué era lo que
ocurría a través de testimonios y relatos vividos por los propios autores de
los textos.
BIBLIOGRAFÍA
Soldevila
Durante, I. (2001). Historia de la novela
española (1936-2000). Volumen I. Madrid: Cátedra.
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