Como ya
se ha dicho anteriormente, Miguel Delibes nació en Valladolid en 1920.
Su padre
era catedrático de la Escuela de Comercio y su madre se dedicaba al hogar. La
familia Delibes era provinciana y disfrutaba de una posición acomodada.
“Si yo encuentro algún consuelo para nuestra condición efímera es precisamente lo religioso”(1)
Se crió
en un ambiente religioso y en su adolescencia le tocó vivir la guerra, dos
situaciones que propiciaron su obsesión por la muerte y el paso del tiempo.
“En el 36 y 37, con el bachiller concluido y la Universidad cerradas, estudié Comercio y aprendí a modelar en la Escuela de Artes y Oficios […] Poco a poco, sin embargo, se iba aproximando el día de entrar en filas, puesto que la guerra se prolongaba”(2)
Justo
cuando empieza la Guerra Civil, Delibes se matricula en la Escuela de Comercio
y en la Escuela de Artes y Oficios para desarrollar allí su faceta artística
(el dibujo se le daba muy bien).
Dibujo de Miguel Delibes. El Norte de Castilla |
Dos años
más tarde se alista en la Marina y pasa a formar parte del bando nacional.
Elige la Marina porque así evitaba el enfrentamiento directo con otro hombre.
Cuando
acaba la Guerra vuelve a Valladolid y comienza propiamente su relación con
Ángeles de Castro (su futura mujer).
En 1941 se convierte en el dibujante de El Norte de Castilla.
“Tuve que hacer un curso para obtener el carnet [de periodismo]. Y precisamente cuando acababa este, se produjeron en El Norte… dos vacantes”(3)
El Norte de Castilla era un periódico de
tendencia liberal que tuvo sus problemas para mantenerse tras la guerra, tanto
por su ideología como por la falta de papel y medios para sobrevivir.
Delibes
pudo comenzar a trabajar de periodista y no solo como dibujante. Según él, esta etapa le ayudó a
convertirse en un mejor novelista social, ya que aprendió a
“decir lo más posible con el menor número de palabras posibles. Por otra parte, el periodismo me empujó a buscar el lado humano de la noticia”(4)
Su
historia con el periódico no acaba ahí, en 1960 es nombrado director de esta
publicación. Intentó devolver a El Norte... su liberalismo.
El Norte de Castilla y Miguel Delibes. El Norte de Castilla |
Ese mismo
año aparecía la Ley de Prensa de Manuel Fraga, lo que hacía prever una etapa
“sencilla” y con una censura menor. Sin embargo, Delibes la encuentra confusa y
esto le trae problemas.
“[…]conocía mis rifirrafes con Fraga, quien se obstinaba en proclamar que el pueblo en España era libre cuando nadie ignoraba que estábamos maniatados”(5)
Debido a
una serie de noticias a favor de reformas en el campo, el Ministerio de
Información y el de Agricultura le presionan para “controlar” la situación y lo
que publicaba el periódico. Tras varias reuniones e imposiciones,
Miguel Delibes decidió dimitir el 8 de junio de 1963. Sin embargo, seguirá
dirigiendo dicho periódico en la sombra hasta 1966.
Al mismo
tiempo que desarrolla su labor como periodista, Delibes empieza a publicar sus
primeras obras. En 1948 aparece La sombra
del ciprés es alargada, ganando la tercera edición del Premio Nadal.
“¿No crees que los del Nadal deberían haberme dicho: “Muchacho, quita ese final”? Yo tenía 27 años y estaba empezando. No me hubiera molestado. En novela es importante coger el tono. Coges el tono y ya está”(6)
Tras esa
primera publicación, con la que Delibes es bastante autocrítico, “coge el tono”
y a ella le sigue Aún es de día (1949).
En con El camino (1950) cuando, según Pilar
Celma Valero (7), Delibes alcanza su madurez.
Mi idolatrado hijo Sisí (1953), Diario de un cazador (1955), Diario de un emigrante (1958), La hoja roja (1959) y Las ratas (1962) empiezan a plantear los
problemas y temas que aparecerán continuamente en su obra, como la oposición
campo-ciudad, la soledad, la guerra, las injusticias sociales, la pobreza o la
infancia.
Miguel Delibes escribiendo, como siempre, a mano. El Norte de Castilla |
En 1966
se publica una de sus mejores obras: Cinco horas con Mario. La innovación formal de esta novela
sorprende pero es con Parábola del
naufrago con la que los críticos (8) empiezan a hablar de un punto de
inflexión en la obra de Delibes en cuanto a experimentación en la forma.
Las
siguientes novelas, a partir de la década de los 70, siguen profundizando en
sus temas más recurrentes. Así encontramos El
príncipe destronado (1973), Las
guerras de nuestros antepasados (1975), Los
santos inocentes (1981) y El tesoro (1985).
Con El disputado voto del señor Cayo (1978)
plantea un nuevo contexto propio de los aires democráticos que comenzaban a
soplar en España.
Aunque
los tiempos cambian, Delibes sigue escribiendo y reflexionando sobre temas del
pasado y de la dictadura en Cartas de un
sexagenario voluptuoso (1983) y 377A, madera de héroe (1987).
Todavía
le quedarán de publicar tres novelas más.
Señora de rojo sobre fondo gris (1991) es
una bella novela sobre el amor, el paso del tiempo y la tristeza de perder a
quien se quiere. Una novela, como muchas, con tintes autobiográficos. El mayor
golpe que Delibes recibió fue la muerte de su mujer en 1974.
“Vais a permitirme un inciso sentimental e íntimo. Desde la fecha de mi elección a la de ingreso en esta Academia me ha ocurrido algo importante, seguramente lo más importante que podría haberme ocurrido en la vida: la muerte de Ángeles, mi mujer, a la que un día, hace ya casi veinte años, califiqué de “mi equilibrio”. He necesitado perderla para advertir que ella significaba para mí mucho más que eso ella fue también, con nuestros hijos, el eje de mi vida y el estímulo de mi obra”(9)
Tras Señora de rojo… solo dos novelas más: Diario de un jubilado (1995) y El Hereje (1998).
Aunque lo
que nos interesa aquí son sus novelas, hay que decir que Miguel Delibes
también escribió libros de viajes, relatos, artículos, ensayos, libros sobre
caza y pesca (dos de sus grandes aficiones), diarios y algunos libros para
niños.
Miguel
Delibes es uno de los autores más reconocidos de la literatura española,
habiendo recibido importantes galardones como el Premio Nadal (La sombra del ciprés es alargada), el Premio Nacional de
Literatura (Diario de un cazador), el
Premio de la Crítica (Las ratas), el
Príncipe de Asturias, el Cervantes y varios honoris
causa. Además de haber ocupado desde 1975 el asiento “e” de la RAE.
Miguel Delibes pronunciando el discurso de ingreso en la RAE. El Norte de Castilla |
En 2010
Miguel Delibes muere en su tierra, en Valladolid.
Espero que
con este recorrido por algunos aspectos de su vida, sobre todo los que han
marcado su compromiso social y su forma de ver algunas realidades, haya ayudado
a entender al autor y a introducir brevemente su obra.
NOTAS
(1) ALONSO DE LOS RÍOS, César, Conversaciones con Miguel Delibes, p. 41
(2) Ibid.,
p. 45
(3) Ibid.,
p. 62
(4) Ibid. p.
63
(5) CRUZ, Juan, "Entrevista: Miguel Delibes 'Me
cansa pensarme'"
(6) ALONSO DE LOS RÍOS, César, op. cit., p. 115
(7) CELMA VALERO, Pilar, "El autor: Apunte
Biobibliográfico"
(8) ALONSO DE LOS RÍOS, César, op. cit., p. 110
(9) DELIBES, Miguel, El sentido del progreso desde
mi obra, p. 11
BIBLIOGRAFÍA
- "Su
obra: Bibliografía". Miguel Delibes [en línea]. Disponible en:
<http://www.cervantesvirtual.com/portales/miguel_delibes/su_obra_bibliografia/>
|
- ALONSO
DE LOS RÍOS, César, Conversaciones con Delibes. Madrid (España): Editorial
Magisterio Español, S. A., 1971, 235 págs. ISBN: 978-84-265-7080-2
|
- CELMA
VALERO, Pilar, "El autor: Apunte Biobibliográfico". Miguel
Delibes [en línea]. Disponible en:
<http://www.cervantesvirtual.com/portales/miguel_delibes/autor_biografia/>
|
- CRUZ,
Juan, "Entrevista: Miguel Delibes 'Me cansa pensarme'" [en línea].
En: El País. 9 de diciembre de 2007. Disponible en:
<http://elpais.com/diario/2007/12/09/eps/1197185211_850215.html>
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- DELIBES,
Miguel, El sentido del progreso desde mi obra. En: Acto de ingreso a la Real
Academia Española (1975: Madrid, España). Valladolid, España: Miñón, S. A.
1975. 81 p.
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