En esta entrada voy a introducir los temas
que más aparecen en las novelas de Miguel Delibes. Son temas que le obsesionan a él
como autor y que marcan a sus personajes. El tratamiento siempre lo hace desde
esa escritura cercana a la que Delibes tiene acostumbrados a sus lectores.
A través de sus personajes, pero
también a través de su propia visión del mundo (veremos que para Delibes todos
los personajes tienen algo de alter ego),
el escritor nos hace girar sobre una temática que se ha tachado de fatalista,
nihilista y pesimista.
No obstante, sus novelas y sus
temas solo son reflejo de la manera en la que el autor veía el mundo y, en
concreto, veía España.
Tras esta presentación, entramos a ver los seis temas centrales de la obra de Miguel Delibes.
Muerte
“Bueno, en realidad, cuando describes las vidas de unos seres, la muerte es algo inevitable algo que fatalmente tiene que producirse, puesto que la muerte está en la punta de la vida. De todos modos, tienes razón. La muerte es una constante en mi obra. Yo diría más. Diría que es un obsesión” (1)
Desde que era pequeño a Delibes le obsesionó
la muerte, especialmente la de su padre. En muchas de sus novelas los destinos
(o, mejor, los caminos) de los personajes están marcados por muertes o por la
cercanía de estas.
En La
sombra del ciprés es alargada podemos comprobar cómo toda la novela gira
alrededor de la muerte. Delibes afirma (2) que su primera obra le sirve para
expresar de algún modo esa obsesión. Desde la creación de personajes hasta la
elección del lugar (Ávila), el autor trata de crear un ambiente que dé,
paradójicamente, vida al tema de la muerte.
Infancia
“He observado que esta doble inclinación mía a novelar la infancia y la muerte terminan encontrándose, y entonces surge el patetismo: la muerte de un niño, lo más tremendo y paradójico que existe en el mundo” (3)
Delibes es uno de los autores que mejor sabe
retratar la inocencia infantil y mostrar la realidad a través de los ojos de un
niño.
El camino es uno de los mejores ejemplos
y uno de los primeros, pero en El
príncipe destronado también apreciamos ese tratamiento que Delibes, desde
la visión de un niño, hace de ciertos temas (en este caso de la España de la
posguerra).
La obra de Delibes se ha tachado de
“fatalista”, entre otras razones, por el desenlace tan trágico de las vidas de
los niños que en ella aparecen. Desde mi punto de vista, Delibes solo muestra
la dura realidad en la que las muertes, de niños y de no tan niños, eran la
rutina. La desgracia asolaba a la sociedad y esa rutina había conllevado una
aceptación pasiva de los destinos fatales.
Además de muertes prematuras, a los niños, como El Mochuelo (El
camino), viven una realidad y una vida impuestas. Les hacen vivir igual que en aquel momento
todos vivían la vida que debían vivir, ajenos a su voluntad y oprimidos.
Ciudad campo
“Creo que esta sociedad eminentemente industrial nos lleva a un consumismo feroz y a una pérdida de valores de otro tipo, por supuesto más nobles” (4)
Su origen provinciano y su vida retirada en el pueblo hicieron que Delibes apreciase la vida de campo en
contraposición a la vida de ciudad, que le producía más bien desagrado y desengaño.
La oposición entre estos dos elementos no es
simplemente un “menosprecio de la corte y alabanza de la aldea”, sino un
“rechazo de un progreso que envenena la corte e incita a abandonar la aldea”
(5).
Delibes lucha contra la desvalorización de la vida y cultura campesinas que empieza
a surgir a expensas de un urbanismo que no es mejor.
Para ello escribe novelas como El camino, en la que el pueblo y la vida
allí, aunque con desgracias, parecen agradables para sus habitantes. No obstante, en otras obras como Los santos inocentes o Las ratas, denuncia la situación social de Castilla.
Miguel Delibes en el campo, su medio natural. Cultura El País |
Delibes no pinta el campo como el paraíso,
pero tampoco lo destruye. De alguna manera, justifica su existencia. Si la vida
campesina puede resultar bestialidad y desgracia, como ocurre en Las ratas, es en parte culpa del
progreso que quiere alejarse de la realidad del campo sin solucionarla.
Por lo demás, se aprecia una tendencia general a admirar el campo frente a la ciudad. Lo que defiende Delibes es que la vida en el campo, aunque no esté limpia de vicios o pecados, es “natural” y
primitiva, mientras que en las ciudades esos vicios y pecados son “creados” y
por tanto no son superiores ni un avance, o al menos no de la manera en la que se cree.
Por otro lado, aunque en la misma línea, para
Delibes en el campo viven individuos “naturales” y en las ciudades vive una
masa uniforme que ha perdido lo más natural de cada individuo. A pesar del mito
del progreso, Miguel Delibes demuestra que la mentalidad del hombre del campo es
mucho más compleja, e interesante, que la del hombre de ciudad.
Soledad
“Con esto quiero demostrar que todo ser nace para aliviar la soledad de otro ser, y que el sentido de clase, la educación, etc., son fronteras convencionales levantadas entre los hombres que no tienen razón de existir” (6)
La soledad es un tema recurrente en su obra
pero también el qué la produce. Esas fronteras de las que habla han dado como
resultado incomunicación, enfrentamiento y soledad. Una soledad que vemos en el
protagonista de La hoja roja cuando
se da cuenta de que lo que le rodea, la vida que ha creado para sí, no le hace
sentirse menos solo. Se han creado a su alrededor barreras que le aíslan en
sus últimos momentos de vida.
Es una soledad hasta cierto punto parecida es la
que vemos en los personajes de Cinco
horas con Mario, que por no entenderse terminan alejados el uno del otro,
terminan solos. Como veremos más adelante, Mario y Carmen (protagonistas de Cinco horas con Mario) son reflejo de
las dos Españas. Por lo tanto, la soledad para Delibes puede darse en un
individuo pero también en un país dividido que crea barreras según lo que se
cree, lo que se posee y lo que se perdió o se ganó.
Guerra
“La agresividad del hombre que antes parecía orientarse hacia la guerra abierta se orienta ahora en esta guerra solapada al aniquilamiento de los que no piensan como nosotros. Se hace la guerra a las ideas” (7)
“En las guerras no gana nadie, pierden todos, eso aprendí. Y si la guerra es civil la pérdida es más fuerte que la de cualquier otra guerra” (8)
En la entrada anterior ya mencioné que Delibes participó activamente en la
Guerra Civil alistado en la Marina, evitando así la lucha cuerpo a cuerpo. Más que por convencimiento, lo hizo porque es lo que "tocaba".
En todo caso, Delibes definía el conflicto español como una guerra entre hermanos en los que
nadie tuvo más razón que otros, quizá por eso nos dice que todo el mundo pierde
en una guerra así.
Con un papel decisivo o como telón de fondo, la guerra civil española está
presente en prácticamente la totalidad de la obra delibeana. Lo hace como un
episodio de violencia que siempre condujo a la desgracia. En sus novelas la
tragedia directa de sus personajes es la muerte (Mi idolatrado hijo Sisí o Las
ratas), pero también la desesperanza, la pobreza, la división, el miedo, la
venganza y el recuerdo del horror (Cinco
horas con Mario, 377A, Madera de
héroe).
En 377A, Madera de héroe Delibes
realiza una reflexión ética muy interesante sobre la guerra y el heroísmo. Las ideas que
subyacen son que “los malos” son “los buenos” según desde dónde miremos y que
la guerra lleva a una espiral de violencia y de destrucción de lo moral. Una
conclusión tan breve no les hace justicia ni al autor ni a la obra, pero creo
que se ve de manera clara cuál eran los valores y pensamientos de Delibes en
este sentido.
Pero además, como bien dice el autor en la segunda cita, la guerra también
puede ser de ideas. España nunca consiguió paz; quedó dividida y las ideas, de
unos y otros, entraron en una guerra casi igual de peligrosa que la anterior.
Las dos Españas y la incomunicación, la libertad
y la justicia
“[Mi obra] se trata más bien de una invitación a la reflexión, de un nuevo intento […] de mudar al hombre y de defender sus más elementales derechos. Mi novela, de rechazo, es un canto al amor, a la justicia y a la libertad” (9)
Cinco horas con
Mario es sin
ninguna duda la novela más representativa del tema de la división del país.
Como en una entrada posterior me centraré en esta obra y en sus protagonistas
como símbolos de las dos Españas, en este apartado solo quiero hacer una breve
mención al tema.
Delibes ve en la incomunicación y la división
un círculo vicioso que lleva a situaciones de injusticia y de falta de
libertad. Lo vemos no solo en el matrimonio de Cinco horas con Mario, sino también en la crítica que se hace a la
ruptura entre lo rural y lo urbano, de lo que ya se ha hablado antes, y a la
censura, la cual Delibes sufrió como periodista y esquivó como escritor.
La novela delibeana es mucho más compleja y
el tratamiento que hace de estos temas es mucho más profundo de lo que se puede
abarcar aquí. Sin embargo, espero que, como introducción, esta entrada sirva
para formar una idea general sobre Delibes.
En cuanto al pesimismo del que hablan
críticos y lectores, creo que hemos podido comprobar que existe esa tendencia,
pero también alcanzamos a dilucidar cuál es el bagaje moral de Miguel Delibes.
Por eso me remito a esta cita de Antonio Vilanova del porqué de este tono
trágico del autor vallisoletano:
“[…] la concepción profundamente pesimista del mundo y de la vida en que se basa la creación novelesca de Miguel Delibes, inspirada no en una actitud nihilista y desesperanzada, sino en un sentimiento de indignación y de protesta contra la radical injusticia que impera en la sociedad, causa determinante de su irreductible postura de rebeldía moral.” (10)
NOTAS
(1) ALONSO DE LOS RÍOS, César, Conversaciones con Miguel Delibes, p. 36-37
(2) Ibid., p. 45
(3) Ibid., p. 40
(4) Ibid., p. 202
(5) DELIBES, Miguel, El sentido del progreso desde mi obra, p. 52
(6) ALONSO DE LOS
RÍOS, César, op. cit., p. 86
(7) Ibid., p. 98
(8) CRUZ, Juan,
"Miguel Delibes, 'un cazador que escribe'"
(9) ALONSO DE LOS RÍOS, César, op. cit., p. 100-101
(10) VILANOVA,
Antonio, "Inocencia natural y conciencia moral en a obra de Miguel Delibes",
p. 39
BIBLIOGRAFÍA
- ALONSO DE LOS RÍOS, César, Conversaciones con Miguel Delibes.
Madrid (España): Editorial Magisterio Español, S. A., 1971, 235 págs.
ISBN: 978-84-265-7080-2
|
- CRUZ, Juan, "Miguel Delibes, 'un cazador que escribe'" [en
línea]. En: El País. 13 de marzo de 2010. Disponible en:
<http://elpais.com/diario/2010/03/13/cultura/1268434804_850215.html>
|
- DELIBES, Miguel, El sentido del progreso desde mi obra. En: Acto de
ingreso a la Real Academia Española (1975: Madrid, España). Valladolid,
España: Miñón, S. A. 1975. 81 p.
|
- MEDINA-BOCOS, Amparo, "Claves para leer a Miguel Delibes" [en
línea]. En: Miguel Delibes. Alicante (España): Biblioteca Virtual
Miguel de Cervantes, 2012. Disponible en:
<http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/claves-para-leer-a-miguel-delibes/html/>
|
- SOTELO VÁZQUEZ, Marisa, "La guerra civil en la narrativa de Miguel
Delibes. De La sombra del ciprés es alargada (1947) a 377A, Madera
de héroe (1987)" [en línea]. En: Miguel Delibes. Alicante
(España): Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2012. Disponible en:
<http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-guerra-civil-en-la-narrativa-de-miguel-delibes-de-la-sombra-del-cipres-es-alargada-1947-a-377a-madera-de-heroe1987/html/97eae638-a102-11e1-b1fb-00163ebf5e63_6.html#I_0_>
|
- VILANOVA, Antonio, "Inocencia natural y conciencia moral en a obra de
Miguel Delibes". En: JIMÉNEZ LOZANO, José (dir.), El autor y su obra:
Miguel Delibes. Madrid (España): Actas de El Escorial, 1993, pp. 31-40.
ISBN: 84-87863-22-1
|
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