lunes, 24 de abril de 2017

CONTEXTUALIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN NARRATIVA ENTRE 1936 Y 1951

Con esta entrada me gustaría introducir el panorama que atravesó la narrativa entre 1936 y 1951, puesto que se vio afectada. A pesar de ello, tras los géneros narrativos de esta etapa se sigue apreciando el testimonio social.

En el siguiente párrafo, Ignacio Soldevila Durante explica este apartado:

<<La situación bélica, en ambos bandos, significó un incremento de la publicación de periódicos y de hojas sueltas, en detrimento de la publicación de libros, y, dentro de la producción libresca, la creciente carestía del papel hizo que se prefiriera la publicación de obras políticas o testimoniales en detrimento de los textos de imaginación. En esas condiciones de preferencias y limitaciones no es sorprendente que la producción narrativa se decantase hacia el cuento y los relatos breves, que podían publicarse en la prensa periódica, y que la publicación de novelas se viera limitada tanto en la extensión de las obras como en las tiradas, a menos que el texto tuviera virtudes propagandísticas claramente comprobadas por los controladores de la política editorial. Varias novelas se empezaron a publicar por capítulos en revistas, y, por otra parte, se percibe una tendencia a deformar el concepto de novela, puesto que bajo ese rótulo aparecen, por ejemplo, en la revista Domingo, publicada en San Sebastián a partir de su ocupación por el bando nacionalista, una profusión de relatos que hoy no dudaríamos en calificar de cuentos.
Frente al indudable eclipse del género novelístico se observa un auge evidente de la literatura de reportajes de guerra, de relatos de <<casos>> y testimonios acerca de las peripecias sufridas en la guerra. La realidad supera a la ficción y las emociones procuradas por eventos imaginarios no sufren la comparación con las que conlleva la realidad de los acontecimientos.>>

Soldevila Durante, I. (2001). Historia de la novela española (1936-2000). Volumen I. Madrid: Cátedra, págs. 238-239.

Ignacio Soldevila Durante nos explica en este fragmento la situación que atravesó la novela durante la guerra civil que tuvo lugar en España. Esta guerra afectó también a la literatura. Desde el punto de vista de la narrativa, la falta de papel tuvo como resultado la disminución de la publicación de novelas. Aunque esto no quiere decir que se dejasen de publicar novelas, sí que hubo una disminución en la divulgación de este género, frente a otros tipos de literatura que se desarrollaron en mayor medida. De esta manera, los autores se inclinaban hacia la narrativa política y testimonial, obras en las que relataban aquello que estaba pasando en el momento, mientras que dejaban de lado aquellas otras obras en las que la imaginación tenía un papel importante. Los autores de ambos bandos preferían gastar el papel en describir las hazañas de la guerra y las situaciones y problemas que los españoles estaban viviendo durante este periodo de guerra y posguerra. En consecuencia de esta mentalidad que mantenían los escritores, florece la literatura sobre la guerra y sobre relatos y testimonios que la población vivió durante estos duros años.

Al problema de la falta de papel para la novela se le suma la negativa de las editoriales. Con ello quiero decir que solo aquellas novelas propagandísticas del futuro régimen son las que consiguen la aprobación de las editoriales para su publicación. Los novelistas que no lograban tener el beneplácito de las editoriales divulgaban sus escritos en revistas, divididas por capítulos. Cierto es que, con esta divulgación, el concepto de novela se distorsionó. Al final, las publicaciones por capítulos no llegaban a formar una novela como la conocemos hoy en día, sino que comenzaron a acortarse hasta el género del relato o, incluso, del cuento.

Nos encontramos en un periodo en el que sobre todo destacan dos géneros narrativos: el cuento y los relatos breves. El apogeo de estos géneros se debe, mayormente, a la misma condición que llevó a la merma de la novela: la limitación del papel para poder escribir. Al ser publicaciones cortas, podrían aprovechar mejor el papel. Otra de las ventajas con la que estos géneros contaban es que podían publicar en la prensa periódica sin problema, puesto que no ocupaba mucho espacio.

Así, Ignacio Soldevila Durante, nos muestra como la carestía de papel afectó seriamente a la producción narrativa. No hubo un momento en la que se dejase de publicar novela, aunque su cantidad disminuyó, sobre todo de aquella en la que la imaginación cumplía un papel central. Al desplazarse dicha novela imaginativa, vieron la luz la novela bélica y testimonial, además del relato corto y el cuento. Con todo ello, aunque no se utilice la fantasía, detrás de los escritos de esta época se refleja la sociedad del momento, sea desde sus testimonios y relatos sobre lo que les había ocurrido, sea describiendo los acontecimiento bélicos. 




BIBLIOGRAFÍA
Soldevila Durante, I. (2001). Historia de la novela española (1936-2000). Volumen I. Madrid: Cátedra.

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