miércoles, 5 de abril de 2017

"No amanece" José Antonio Llamas

NO AMANECE

No amanece.
Pasan los días y no amanece.
Pasan las nubes sobre el mar y no amanece.
Nos dijeron que el mundo caminaba hacia la luz,
que todo estaba en su sitio,
que detrás de la noche vendría el alba y detrás el amor.
Pero se alarga la noche y no amanece.
Trabajamos en la noche, nos odiamos, caminamos
con los brazos en alto, despertamos en la noche
y vemos sombras de otras sombras que también caminan.
Y no amanece.
Despertamos con los puños cerrados;
vamos bajando la voz cada vez más, cada vez más,
cada día trabajamos en la noche, tropezando
con los ciegos y los muertos, respirando esta noche pegajosa
que nos ama como a bellos esclavos.
Y no amanece.
Pasan las horas y no viene el alba.
Pasan las nueves y no hay nadie, entre nosotros,
que se rompa el corazón para que pase la noche.
No hay nadie que se indigne hasta cortar las raíces.
No hay nadie que reúna los gritos.
Nadie.
 
Poema que aparece en Claraboya 18. Noviembre-diciembre 1967


TEMA Y CONTENIDO
Con este poema, José Antonio Llamas nos habla de la sociedad propia de la dictadura. Una sociedad en la que parece que no sale el sol, es decir, una sociedad decepcionada, llena de tristeza, que vive en la penumbra de una dictadura.

No amanece.
Pasan los días y no amanece.
Pasan las nubes sobre el mar y no amanece.

Después de treinta años, la población ya ha perdido la esperanza en conseguir aquellos objetivos que, quienes lucharon a favor de esta forma de gobierno, les prometieron. Han perdido la esperanza incluso en que su sociedad vaya a cambiar.

Nos dijeron que el mundo caminaba hacia la luz,
que todo estaba en su sitio,
que detrás de la noche vendría el alba y detrás el amor.
Pero se alarga la noche y no amanece.

El odio y el miedo siguen a la orden del día. Estos sentimiento son compartidos por muchos de los que caminan por la calle.

Trabajamos en la noche, nos odiamos, caminamos
con los brazos en alto, despertamos en la noche
y vemos sombras de otras sombras que también caminan.

A pesar de que la sociedad sienta rabia hacia lo que está pasando, porque no se siente a gusto con lo que están viviendo, tienen miedo. Tienen miedo de quejarse, de rebelarse contra aquello de lo que no eran partidarios. Por ello, gran parte de la población ha decido obviar su ideología o sus consideraciones y, simplemente, aceptar lo que está pasando, convirtiéndose en <<ciegos>> o <<muertos>>. Al final, todos ellos se han convertidos en <<esclavos>>, ya que solo obedecen a los mandatos de los poderosos, sin poner en duda si las acciones son o no correctas para ellos: realizan el trabajo y no lo ponen en crítica.

Despertamos con los puños cerrados;
vamos bajado la vez cada vez más, cada vez más,
cada día trabajamos en la noche, tropezando
con los ciegos y los muertos, respirando esta noche pegajosa
que nos ama como a bellos esclavos.

Han pasado varios años desde el comienzo de la dictadura de Franco. Debido a este miedo que se extiende por la sociedad, <<no hay nadie>> que quiera luchar contra los intereses del resto de la población, ninguna persona quiere rebelarse contra el poder establecido para que pueda haber un futuro más próspero, para que la sociedad sea más justa o para que haya una mayor libertad.

Pasan las horas y no viene el alba.
Pasan las nueves y no hay nadie, entre nosotros,
que se rompa el corazón para que pase la noche.
No hay nadie que se indigne hasta cortar las raíces.
No hay nadie que reúna los gritos.
Nadie.


ANÁLISIS DE RECURSOS ESTILÍSTICOS
Formado por veintitrés versos libres, sin métrica ni rima, se trata de un poema fácil de entender. José Antonio Llamas utiliza un lenguaje sencillo, llano.

Es un texto plagado de imágenes, muy fáciles de visualizar en nuestra imaginación tan solo con leerlas. Dichas imágenes ayudan a la comprensión del poema y, gracias a ellas, nos podemos hacer una mejor idea de lo que nos quiere transmitir el autor. Tenemos numerosos ejemplos: <<pasan las nubes sobre el mar>>, <<caminamos con los brazos en alto>>, sombras que caminan, <<despertamos con los puños cerrados>> o <<vamos bajando la voz>>.

El recurso estilístico que más abunda en el texto es la anáfora. Son varios los versos que comienzan con la misma estructura sintáctica.

Pasan los días y no amanece.
Pasan las nubes sobre el mar y no amanece.
***
Pasan las horas y no viene el alba.
Pasan las nueves y no hay nadie, entre nosotros,
***
No hay nadie que se indigne hasta cortar las raíces.
No hay nadie que reúna los gritos.

Hace uso también de una especie de estribillo que le da ritmo al poema, incluso parece que separa los distintos temas de los que está hablando. En este caso, utiliza la pequeña oración de <<no amanece>>, que también le da título al poema. Podría incluso llegarse a considerar una letanía.
Se sirve también en algunos versos del recurso del encabalgamiento. Es otra manera de darle ritmo al poema, ya que no dispone de rima.

Trabajamos en la noche, nos odiamos, caminamos
con los brazos en alto, despertamos en la noche
y vemos sombras de otras sombras que también caminan.

De la misma forma, encontramos poliptoton a través del verbo caminar en los versos cuatro, ocho y diez. A su vez, dentro encierra una metáfora. Así, a través del verbo caminar, nos imaginamos que se va construyendo un camino. Dicho camino no tiene esperanza, intenta llegar hasta la luz, pero no lo consigue.

Nos dijeron que el mundo caminaba hacia la luz
(…)
Trabajamos en la noche, nos odiamos, caminamos
con los brazos en alto, despertamos en la noche
y vemos sombras de otras sombras que también caminan.

Este autor insiste mucho en el sustantivo noche a lo largo del poema (versos 6, 7, 8, 9, 14, 15, 20). Constituye una metáfora. Con ella se refiere a la oscuridad, al hecho de no ver la luz y, por lo tanto, a la desesperanza, a no poder vislumbrar un futuro mejor.

CONCLUSIONES
Por lo tanto, podemos apreciar como José Antonio Llamas cumple con los objetivos del Equipo Claraboya. Realiza, a través de su poema, una crítica a la sociedad sin dejarse llevar por ninguna ideología. Simplemente pone de manifiesto cómo se siente él en esa sociedad y, además, como ese sentimiento está generalizado. Nadie está contento con lo que está pasando, pero tampoco nadie le pone un remedio, porque viven en la desesperanza, sin ver la luz al final, con miedo de levantar la voz y así poder cambiar el futuro que les espera.

Como hemos visto, hace uso de varios recursos estilísticos. Además de ellos, todo el poema es una metáfora, pues nos muestra la desesperanza, el hastío de la población, a través de la noche; mientras que la esperanza se ve reflejada a través de la luz, del alba, que nunca llega.




BIBLIOGRAFÍA
Portaldepoesia.com. Antología general de la poesía de José Antonio Llamas Fernández, seleccionada por él mismo para esta edición. [online] http://www.portaldepoesia.com/Biblioteca/Jose-Antonio-Llamas-AbedulCrepuscular.htm [Acceso 5 Abr. 2017].

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